Los sindicatos parecen conscientes, según La Razón, de que el 14-D de 1988 contra el Gobierno de Felipe González es un hecho del pasado, y por eso van a tratar de forzar la maquinaria y garantizar el éxito de una convocatoria que está lejos de movilizar a todos los ciudadanos.
Por eso, dice este diario, han transmitido su consigna a los liberados sindicales para estar preparados el 29 de septiembre y ocupar sus "puestos" en las calles para velar por el éxito de la huelga, en lugar de acudir a los centros de trabajo para velar por los servicios mínimos. "Se trata de vigilar con firmeza las puertas de las empresas para que sus trabajadores secunden el paro", dijeron a La Razón las fuentes sindicales.
Los liberados están por ello dispuestos a emplearse a fondo y con más contundencia que en otras jornadas de huelga general y evitar el previsible fracaso de la misma. Según La Razón, los delegados sindicales recibirán en próximos días el puesto que les tocará defender en el paro general.
Sin duda, los piquetes actuarán con mayor dureza en las empresas de transporte, ya que si se consiguen paralizar los transportes urbanos, RENFE, los aeropuertos y el transporte de mercancías por carretera, tendrán mucho ganado en su territorio.
El Gobierno se encuentra también preparando el equipo para seguir los pormenores de la huelga y el dispositivo policial adecuado, para que aquellos que decidan no secundar la huelga puedan acudir a sus puestos de trabajo.