El ex ministro del Interior y eurodiputado del PP, Jaime Mayor Oreja, fue el encargado de cerrar este jueves el seminario "El final de ETA: derrota o negociación", organizado por el Observatorio Internacional de Víctimas del Terrorismo de la Universidad San Pablo CEU, que dirige Cayetano González, y que se viene celebrando desde el pasado martes.
El dirigente popular se mostró convencido de que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero ha iniciado ya la segunda parte del proceso de negociación que inició en 2004 y que habría sufrido un paréntesis pocos meses después del atentado de Barajas con el comunicado de ETA que rompía la tregua que los terroristas habían declarado a finales de abril de 2006.
A su juicio, esta negociación con los terroristas es la influencia en la política antiterrorista de la política de "relativismo moral" del presidente del Gobierno. "Nos ha introducido en la dinámica de un proceso de resolución de conflictos. Ahora, más que nunca, siguen un manual imaginario de este tipo de procesos. La negociación con ETA es la culminación de su proyecto político relativista", dijo.
"La primera transición acabó con el Partido Comunista en las instituciones, ahora, Zapatero busca una segunda transición que acabe con ETA en las instituciones", añadió. Es más, llegó a asegurar que "este proceso se adapta al proceso de ETA, por lo que los proyectos de ETA y Zapatero tienen puntos de encuentro. La negociación política es la lógica consecuencia de ambos proyectos", añadió Mayor Oreja.
El ex ministro del Interior recordó que el "proyecto de ETA ha avanzado con cada una de sus treguas" y advirtió de que éstas "nunca han sido inocuas, a ETA siempre le han sido rentable para sus estrategias y objetivos". Tras esto, advirtió que "en estos momentos, lo más importante es comprender que en poco tiempo ETA o la izquierda abertzale va a dar un paso y un gesto en la apariencia de un final, pero hay que tratar de escaparse del engaño y ficción y del conjunto gestos que ambos protagonistas están tratando de trasladar a la sociedad".
De este modo, se mostró seguro que este proceso negociador y los gestos calculados estratégicamente desde el mundo de ETA harán posible que los proetarras estén presentes en las elecciones municipales y forales que se celebrarán en mayo de 2011, razón por la que dijo que "todos los pasos" que se den para evitarlo son "importantes", especialmente, la reforma de la ley electoral que desde hace unos meses vienen negociando populares y socialistas.
Mayor Oreja reconoció que desconoce cómo se hará efectiva esa presencia proetarra en las elecciones, si a través de candidaturas propias o colando a sus candidatos en candidaturas supuestamente independientes o de otros partidos. "Una vez que se pueda presentar, ETA tendrá que analizar los resultados electorales de la formación que apoya, analizar su nivel de poder y capacidad de decisión y medir en qué medida el regreso a las instituciones le da más fuerza para avanzar en su proyecto de ruptura", añadió.
Tras esto, insistió en la necesidad de saber diferenciar entre "la apariencia" del final de ETA, que podría trasmitirse de la estrategia actual de los terroristas y su brazo político, y su derrota real, ya que la organización criminal "nunca renunciará a su objetivo de fractura de España", y aseguró que ETA no desaparecerá hasta que tenga "la certeza absoluta" de que puede cumplir su objetivo de autodeterminación o independencia de la comunidad vasca.