(Libertad Digital) Ya cuando estaba en la oposición Zapatero viajó a Marruecos, a espaldas del entonces Gobierno de Aznar, y se fotografió junto al Mohamed VI con un mapa de Marruecos detrás que incluía Canarias, Ceuta y Melilla. Una vez en el Gobierno ha potenciado la relación con el régimen marroquí hasta el punto de abandonar la política española de apoyo al Sáhara.
El único episodio de desencuentro llegó tras la vista de los Reyes a Ceuta y Melilla. Marruecos que mantiene sus aspiraciones expansionistas sobre las ciudades españolas retiró a su embajador. Meses después Moratinos llevó una enigmática carta de Zapatero a Mohamed VI, cuyo contendido es un misterio pero que consiguió que el Rey marroquí ordenase el regreso del embajador.
Los planes para reducir a la mitad la presencia militar en las ciudades españolas del norte de África coinciden además con la construcción de una imponente base militar naval marroquí sólo a diez kilómetros de Ceuta y la primera de estas características que construye en el Mediterráneo.
En este contexto conviene recordar quein es uno de los principales asesores de Rodríguez Zapatero en política exterior: Máximo Cajal, diplomático su representante para la Alianza de Civilizaciones. Este sujeto publicó un libro a finales del 2003 titulado "Ceuta y Melilla, Olivenza y Gibraltar. ¿Dónde acaba España?", en el que defendía entregar a Marruecos las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla antes de reclamar Gibraltar. Entonces, el PSOE aseguró que había apartado a Cajal del partido por sus ideas "inaceptables". Hoy es el asesor personal del presidente.
La polémica surgió en octubre de 2003 tras aparecer en "El País" un reportaje sobre el libro de Máximo Cajal "Ceuta y Melilla, Olivenza y Gibraltar. ¿Dónde acaba España? en el que el autor defendía que había que devolver a Marruecos las ciudades autónomas.
Cajal aseguraba que “hay que remediar una situación que me parece básicamente injusta. Una situación colonial que es una afrenta a Marruecos y un elemento de desasosiego y mala conciencia nacional para España, que se agita en cuanto se menciona el tema. Hay que reintegrar la integridad territorial a Marruecos”. “Lo razonable sería retroceder inmediatamente peñones e islotes a Marruecos. Concertar un plazo de 20 años para retroceder la soberanía de Melilla y rechazar cualquier discusión sobre Ceuta hasta tanto hubiéramos incorporado Gibraltar a la soberanía española” .
Estas afirmaciones causaron un gran revuelo en Ceuta y Melilla. Aunque la Asamblea de Ceuta aprobó una moción en donde pedía que no se publicara el libro, la obra se editó.
"El País" decía que el diplomático era asesor del PSOE en la elaboración del programa electoral, algo que negó rotundamente el partido, que lo situó como "un simple militante de base", según dijo entonces el secretario general de los socialistas melillenses, Manuel Céspedes. "No es ni ha sido nunca asesor del PSOE, ni dirigente en ningún aspecto del partido", afirmaba el socialista. Es más, la secretaria general del PSOE de Ceuta, María Antonia Palomo, dijo que Cajal había sido "apartado del partido" desde que se conocieron sus ideas sobre las ciudades autónomas. Tan apartado del partido fue que actualmente es asesor personal del presidente Zapatero nada más y nada menos que para su Alianza de Civilizaciones.