(Libertad Digital) El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande Marlaska cambió de interlocutor policial el pasado 23 de junio tras las "fuertes desavenencias" con Telesforo Rubio a causa de las filtraciones a ETA de operaciones contra la banda terrorista. Así lo explicaron entonces fuentes jurídicas, coincidiendo con la toma de declaración del magistrado a varios policías, en calidad de testigos, que participaron en la última operación desarrollada contra la red de extorsión de la banda terrorista. El objetivo era aclarar el origen del "chivatazo".
Este lunes desvela El Mundo que el comisario general de Información tardó casi tres días en trasladar al juez que se había producido ese chivatazo a ETA. El diario, que cita fuentes de la Audiencia Nacional y del Ministerio del Interior, explica que Telesforo Rubio conoció que se había producido esa filtración en la mañana del viernes 5 de mayo. Sin embargo, no informó a Grande Marlaska hasta la mañana del lunes 8.
Esta dilación en ser informado de un dato trascendental motivó el último desencuentro entre Marlaska y Rubio. Por este motivo, el magistrado decidió relevarle como interlocutor policial y apartarle de todas las investigaciones sobre la red terrorista. La noticia que firma Fernando Lázaro sostiene que ambos ya habían mantenido "algunas diferencias de criterio sobre la manera de afrontar las pesquisas sobre la trama de extorsión etarra".