(Libertad Digital) Alberto Núñez Feijóo ha prometido "unidad, renovación y futuro", al frente de la Junta de Galicia si llega la Presidencia en las elecciones autonómicas del próximo año. Ante miles de simpatizantes -de los cuales muchos tuvieron que permanecer fuera del Palacio de Congresos de Santiago de Compostela- el líder de los populares gallegos fue proclamado de forma oficial candidato de su partido.
Núñez Feijóo apostó en su discurso por "una Galicia unida y no dividida artificialmente por el propio Gobierno", una Galicia cuyo objetivo es "ser una tierra de oportunidades para todos" y que necesita "salir del pesimismo y la desconfianza que genera una nave que no tiene rumbo", en referencia al gobierno formado por socialistas y nacionalistas.
Posteriormente, el presidente del PP, Mariano Rajoy, definió a Núñez Feijóo como "el cambio, la ilusión, el reformismo y la eficacia" y lo contrapuso con el actual presidente autonómico, el socialista Emilio Pérez Touriño: "Lo otro es Touriño, el inmovilismo, el fatalismo, el lío, la crisis interna y la económica".
Rajoy apostó por un cambio de gobierno en Galicia porque tanto esta comunidad como el resto de España está viviendo una crisis en la que el Ejecutivo de los socialistas "no ha sabido gobernar", sino que se ha dedicado a proponer "parches, ocurrencias, genialidades" y anuncios y medidas, como las de los cuatrocientos euros y las bombillas, "gran medida económica", ironizó.
Para el líder del PP, el bipartito entre socialistas y nacionalistas en Galicia ha sido un "paréntesis, un tiempo perdido", cuyo balance es el "estancamiento", por lo que apostó por detener la "sangría del paro" como uno de los principales objetivos, ya que en esta comunidad por primera vez se destruye más empleo que en España.
Para el líder del PP, el bipartito entre socialistas y nacionalistas en Galicia ha sido un "paréntesis, un tiempo perdido", cuyo balance es el "estancamiento", por lo que apostó por detener la "sangría del paro" como uno de los principales objetivos, ya que en esta comunidad por primera vez se destruye más empleo que en España.
Responde a José María Aznar
Rajoy también le decía lo siguiente a Feijóo: "tu camino no es la obsesión por vencer sino la permanente pasión por convencer". Unas referencias a la victoria sólo horas después de que José María Aznar advirtiera que "en política no se está para empatar ni para heredar, sino para ganar".
Aunque inicialmente rechazó "hablar del otro", en referencia al presidente Rodríguez Zapatero para "no estropear el día", finalmente Rajoy también dedicó unos minutos de su discurso a censurar la gestión del Gobierno central en materia económica.
Así, se preguntó si el presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, o el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, pondría en manos de una empresa rusa el suministro energético de ambos países, una posibilidad que cuestionó. "Pero el problema es que aquí tenemos a otro", continuó en alusión a Zapatero, e ironizó con que el líder del PSOE seguirá en La Moncloa "por poco tiempo".
Rajoy apeló también a la importancia de la energía como "elemento de supervivencia" en cualquier país para oponerse a la venta del 20 por ciento de las acciones de Sacyr en la petrolera Repsol YPF a la multinacional rusa Lukoil, y contrapuso este posicionamiento a quienes usan la luz o la gasolina como "instrumento de poder y para hacer política". "No lo vamos a aceptar", proclamó.