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Manzano esgrimió ante Del Olmo el documento que se niega a las víctimas

Los esfuerzos de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M han tropezado con el obstruccionismo de Interior, que invoca la Ley de Secretos Oficiales para no entregar las normas que permitirían certificar, entre otras cosas, que Manzano era el encargado de custodiar las muestras de los atentados.

Sin embargo, el propio Jesús Sánchez Manzano ya reconoció en su día, en un escrito enviado al juez Del Olmo, y en el que se citaba textualmente esa misma norma que ahora el Ministerio de Interior considera secreta, que la responsabilidad de la custodia le correspondía a la Unidad Central de Tedax que él dirige.

En su intento de averiguar qué fue lo que pasó el 11-M y dilucidar quiénes son los responsables de que a fecha de hoy ni siquiera sepamos qué explosivo estalló en los trenes de la muerte, la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M presentó en su día una querella contra el que fuera comisario jefe de la Unidad Central de Tedax y NBQ, Juan Jesús Sánchez Manzano, y contra su jefa de laboratorio.

En el marco de esa querella, que se encuentra en fase de instrucción, la jueza Coro Cillán había solicitado al Ministerio de Interior, a petición de la acusación, una copia del protocolo de actuación de los Tedax, con el fin de verificar documentalmente dos aspectos: si existía obligación legal de custodiar las muestras de los trenes por parte de los Tedax y si la competencia para el análisis de esas muestras correspondía al laboratorio de la Policía Científica.

Aunque está claro, por las declaraciones de los testigos hasta la fecha y por el mero sentido común, que la respuesta a ambas preguntas es afirmativa, el objetivo de la petición era acreditar documentalmente esos aspectos.

El Ministerio de Interior, dirigido por Alfredo Pérez Rubalcaba, respondió a esa petición de la jueza diciendo que los protocolos de actuación de los Tedax son secretos. La acusación reformuló entonces su petición pidiendo que se entregara exclusivamente la parte de los protocolos de actuación referida a las cuestiones que se querían responder. Y el Ministerio de Interior volvió a contestar refugiándose en la Ley de Secretos Oficiales.

A la vista de la nueva negativa, la acusación formuló por tercera vez su petición, solicitando que el Ministerio confirmara, simplemente, si los Tedax tenían o no obligación de custodiar las muestras y si el análisis le correspondía o no a la Policía Científica, sin necesidad de entregar los protocolos de actuación en sí. A fecha de hoy, el Ministerio aún no ha respondido a esa tercera petición.

Sin embargo, como informaba este lunes Manuel Marraco, el propio Sánchez Manzano hizo uso de esas normas que el Ministerio considera ahora "secretas" en el curso de la querella que el ex-jefe de los Tedax presentó contra diversos periodistas del diario El Mundo.

No sólo eso. Tal y como se muestra en el documento que adjuntamos, ya durante la instrucción del sumario el ex jefe de los Tedax, Sánchez Manzano, recurrió a la cita literal de uno de los apartados de esa norma "secreta" en un oficio que dirigió al juez Del Olmo. De ese oficio se desprende que, según el propio Sánchez Manzano afirma, la custodia de las muestras del 11-M le correspondía a su unidad.

En concreto, Sánchez Manzano le comunica al juez Del Olmo en ese oficio que:

"La normativa que regula el funcionamiento de esta especialidad (Resolución de Director General de la Policía de 19 de mayo de 1989) en su primera disposición, en su apartado 1) establece que la Unidad Central de Desactivación de Explosivos y NRBQ, tiene como una de sus funciones: "La custodia y depósito a disposición de las Autoridades Judiciales o Administrativas de los elementos no explosivos de los artefactos explosivos o incendiarios; así como los restos de las explosiones". La misma función se le asigna, cuando se enumeran las actuaciones de los TEDAX-NRBQ, en el Plan de Actuación ante Atentados Terroristas ("Circular 50" del Subdirector General Operativo de 14 de diciembre del 2005, punto 3, apartado 3.1.2)".

El ex-jefe de los Tedax envió ese oficio al juez Del Olmo para justificar por qué la mochila de Vallecas estaba en su poder, mientras que a la Audiencia Nacional se le había enviado un duplicado, a raíz de las informaciones periodísticas que daban cuenta de la sonada confusión entre mochilas que se produjo durante el interrogatorio a un testigo policial.

Esa cita textual de la norma que Sánchez Manzano incluyó en aquel oficio hace ahora innecesaria la respuesta del Ministerio de Interior en lo que a la responsabilidad de custodia de las muestras se refiere. Quedaría patente, por propia declaración del ex-jefe de los Tedax, que era su unidad la que hubiera debido guardar y poner a disposición judicial los centenares de muestras recogidas en los trenes del 11-M y que ahora nadie sabe dónde están.

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