El 18 de junio se produjo en Sarajevo el acto de despedida del último contingente español desplegado en Bosnia, una compañía de Infantería de Marina. De este modo, se ponía fin a la presencia española presente en la zona desde 1992.
Durante estos 18 años, un total de 36.000 soldados españoles han trabajado en Bosnia realizando un papel encomiable. También la vida de 23 militares se han quedado en el camino en cumplimiento de la misión que tenían encomendada.
Sin embargo, según cuenta ABC, el malestar de los soldados españoles durante el acto de despedida fue patente. A pesar de ser la misión más importante en la que ha participado y todo lo que ha significado para las Fuerzas Armadas, la ministra de Defensa, Carmen Chacón, no se dignó a acudir a Bosnia. Parece ser que no era demasiado importante. Ejemplo de las preferencias del Ejecutivo es la presencia de la vicepresidenta primera del Ejecutivo en Lisboa para despedir a Saramago mientras que ningún miembro del Gobierno acudió al acto castrense.
Para más escarnio, el acto de despedida estuvo presidido por un general austriaco y como principal representación española acudió el embajador español en Bosnia. Entre las ausencias al acto destacan también los principales mandos de los tres ejércitos y del JEMAD.