Los rumores y las especulaciones comenzaron hace poco más de dos semanas: Zapatero planeaba inyectar energía al Ejecutivo, con una remodelación que lo hiciera salir a flote. Según todas las informaciones, la fecha límite era debate sobre el Estado de la Nación, que se celebrará el 14 y el 15 de julio.
Como era de esperar fueron muchas las quinielas, pero la especulación más soprendente era la que situaba a Leire Pajín, actual secretaria de Organización, dentro del Ejecutivo remodelado. Además, se le añadía el latiguillo de "apuesta personal" de Zapatero.
Pero sólo unos días después, con la rumorología completamente entregada a hacer cábalas sobre las salidas y entradas, desde La Moncloa se confirmó que el presidente del gobierno había comunicado a su "núcleo duro" – los tres vicepresidentes y algún ministro- que no planeaba ningún cambio de Gobierno.
El País dedica este domingo un extenso artículo a desentrañar esta inusual actitud de Zapatero: "¿Por qué hizo este anuncio?" se pregunta el diario. La respuesta, la tiene clara: " El presidente está molesto porque en las últimas informaciones especulativas sobre una futura crisis de Gobierno se metiera el nombre de Leire Pajín. El jefe del Ejecutivo cree que como siempre en estos casos los rumores obedecen a disputas por intereses particulares precisamente de ese núcleo duro y, como consecuencia, ha decidido retrasar sus planes" afirma.
Además, asegura que Zapatero aguantó "con cierta normalidad" las primeras informaciones" pero no pudo sobrellevar las relacionadas con Pajín, porque entendió que se trataba de filtraciones interesadas, lo que le llevó a hablarlo directamente con la interesada. A su vuelta de Bruselas, se reunió en privado con Pajín, y bromearon. Según aduce El País, el asunto quedó zanjado, "aunque hay quien sostiene que el presidente se ha quedado con la sensación de que, en este caso, algunos se han pasado. Y que les ha dado un toque" asegura.
Y es que, la verdadera competición entre los socialistas es por estar en el Gobierno al máximo nivel, concretamente en la primera vicepresidencia, por lo que pueda ocurrir. Y los tres nombres que se barajan están meridianamente claros: Alfredo Pérez Rubalcaba, Carmen Chacón, y José Blanco. Los tres coinciden en negar sus ambiciones, pero esta es la realidad.
Lo más revelador de todo, es el mensaje que Leire Pajín le ha llegado desde muchos sectores del PSOE: "Algunos, por sus ambiciones personales, se han precipitado, y el presidente está cabreado porque, si en este caso han incluido en esa hipotética remodelación su nombre, es más porque están interesados en tomar posiciones ante un futuro relevo en la estratégica Secretaría de Organización del partido que por la opinión que puedan tener de ella para reforzar el Gobierno", concluye.