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Los partidos elevan a 10.000 euros el máximo de las donaciones particulares

La reforma electoral presentada este lunes incluye la elevación del tope de las donaciones particulares. Antes estaba estipulada en 6.000 euros. Ahora, el tope máximo son 10.000. No se han tocado temas como la sobrerrepresentación nacionalista. También hay cambios en la Ley de Partidos.

El artículo 129 de la normativa todavía en vigor establece que "ninguna persona física o jurídica puede aportar más de un millón de pesetas a las cuentas abiertas por un mismo partido, federación, coalición o agrupación para recaudar fondos en las elecciones convocadas".

La equivalencia en euros de un millón de pesetas se dejó en 6.000 euros, cuantía que se amplía a 10.000 en el texto de la propuesta para una nueva ley como consecuencia, explican, de la actualización monetaria, de las cantidades recogidas.

Según señala el texto de la iniciativa, la subvención que reciban los partidos para gastos en elecciones al Congreso y al Senado quedará congelada el 31 de diciembre de este año, y para 2011, en 21.167 euros por escaño obtenido. No obstante, a lo largo del año que viene no habrá elecciones al Congreso y al Senado. Sí habrá comicios locales y autonómicos, y para ambos, los partidos no verán cómo aumentan su nivel de financiación, que también quedará congelado.

Uno de los capítulos que más se resiente de esta contención es el dedicado a publicidad, ya que, tras el pacto PSOE-PP de hace unos meses para rebajar ese tope, la propuesta de nueva ley establece el límite en el 20 por ciento de los gastos totales.

Éstas son algunas de las principales novedades de la reforma electoral, cuyo contenido han presentado en conferencia de prensa los diputados Txiki Benegas (PSOE), José Antonio Bermúdez de Castro (PP) y Jordi Xuclá (CiU). Al pacto se suma el PNV, aunque ninguno de sus representantes ha asistido a la comparecencia ante los periodistas.
La propuesta de nueva ley endurece las condiciones para evitar "empadronamientos fraudulentos o de conveniencia con fines electorales", se regula con más rigidez el voto de los españoles residentes en el extranjero, se prohíben las campañas institucionales o los actos de promoción de infraestructuras durante el periodo electoral y se impide la contratación de publicidad más allá de las dos semanas de campaña.

Asimismo, los partidos sin representación parlamentaria deberán ser más escrupulosos en la presentación de avales que les permitan concurrir a unos comicios y se ponen obstáculos a la consumación de actos de transfuguismo.

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