L D (EFE) Maite Pagazaurtundua explicó que su libro "Los Pagaza. Historia de una familia vasca" no es una obra "triste" sino que es "un libro de esperanza y de amor a la vida y a la tierra".
El miércoles, la concejala socialista presentó esta obra en el centro cultural Bastero de Andoain, acompañada por el alcalde de la localidad, el también socialista José Antonio Pérez Gabarain, y arropada por su madre, Pilar Ruíz Albisu, y la viuda de Joseba, Estíbaliz Garmendia, entre otros familiares y amigos. La presentación en Madrid se celebró este juves en la Casa de América.
El miércoles, la concejala socialista presentó esta obra en el centro cultural Bastero de Andoain, acompañada por el alcalde de la localidad, el también socialista José Antonio Pérez Gabarain, y arropada por su madre, Pilar Ruíz Albisu, y la viuda de Joseba, Estíbaliz Garmendia, entre otros familiares y amigos. La presentación en Madrid se celebró este juves en la Casa de América.
A la presentación, que corrió a cargo del director del Instituto Cervantes, Jon Juaristi, la escritora Elvira Lindo y la vicepresidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Ana María Vidal Abarca, asistió el ministro del Interior, Angel Acebes.
Juaristi lamentó no compartir la esperanza que impregna las páginas del libro ni la posibilidad de lograr la "utopía hermosa" que describe la autora y que hasta ahora "siempre ha fracasado". El director del Instituto Cervantes, en un tono pesimista, afirmó que la lectura de este libro le ha afirmado en la idea de que no le gusta nada el país en el que nació y que no quiere volver allí.
Para Juaristi, la sociedad vasca actual no es una sociedad decente y no puede serlo porque el nacionalismo no tiene posibilidad de regenerarse si no es "suicidándose de su condición nacionalista". En esas condiciones, dijo "la decisión de quedarse es heroica y yo no puedo perder el resto de mi vida en un empeño inútil".
El libro parte de la llegada de su abuelo a Rentería, en 1907, hasta el asesinato de su hermano, el 8 de febrero de 2003 e incluye un apartado final de contenido "más político" en el que la autora trata de aportar claves para facilitar la "reconciliación" de los vascos. Pagazaurtundua indicó que "no es una clásica biografía familiar", sino que "pretende ser una crónica afectiva y política del País Vasco" a través de las vivencias de una familia rota por ETA hace un año.
La concejala socialista admitió que este testimonio surgió "del desgarro, de la tristeza y del amor profundo a todas esas personas que han sufrido en sus carnes la persecución o el peso de la intolerancia de otros", pero que no por ello se trata de una obra pesimista, sino que tiene vocación de mirar al futuro con "esperanza". "Ha sido también un libro catárquico para mí, porque yo me daba cuenta de que en 20 segundos o en un minuto o en media hora uno no es capaz de expresar lo que uno tiene dentro", confesó.
El libro se detiene en el 8 de febrero de 2003, el día del asesinato de Joseba Pagazaurtundua en un bar de Andoain, pero, según su autora, "se empezó a escribir mucho antes, cuando unos seres humanos decidieron que querían asesinar a otro ser humano".
La reflexión política que contiene apunta a la necesidad de que el nacionalismo vasco "se regenere moral y políticamente" porque algunos elementos de la doctrina del fundador del PNV, Sabino Arana, "dan oxígeno a los ultranacionalistas". Maite Pagazaurtundua admitió que la obra "es dura y crítica con los nacionalistas vascos", aunque ha tratado de "no herir innecesariamente y no injuriar", porque las víctimas y los perseguidos "no los sienten a su lado y sin embargo los necesitan".
Juaristi lamentó no compartir la esperanza que impregna las páginas del libro ni la posibilidad de lograr la "utopía hermosa" que describe la autora y que hasta ahora "siempre ha fracasado". El director del Instituto Cervantes, en un tono pesimista, afirmó que la lectura de este libro le ha afirmado en la idea de que no le gusta nada el país en el que nació y que no quiere volver allí.
Para Juaristi, la sociedad vasca actual no es una sociedad decente y no puede serlo porque el nacionalismo no tiene posibilidad de regenerarse si no es "suicidándose de su condición nacionalista". En esas condiciones, dijo "la decisión de quedarse es heroica y yo no puedo perder el resto de mi vida en un empeño inútil".
El libro parte de la llegada de su abuelo a Rentería, en 1907, hasta el asesinato de su hermano, el 8 de febrero de 2003 e incluye un apartado final de contenido "más político" en el que la autora trata de aportar claves para facilitar la "reconciliación" de los vascos. Pagazaurtundua indicó que "no es una clásica biografía familiar", sino que "pretende ser una crónica afectiva y política del País Vasco" a través de las vivencias de una familia rota por ETA hace un año.
La concejala socialista admitió que este testimonio surgió "del desgarro, de la tristeza y del amor profundo a todas esas personas que han sufrido en sus carnes la persecución o el peso de la intolerancia de otros", pero que no por ello se trata de una obra pesimista, sino que tiene vocación de mirar al futuro con "esperanza". "Ha sido también un libro catárquico para mí, porque yo me daba cuenta de que en 20 segundos o en un minuto o en media hora uno no es capaz de expresar lo que uno tiene dentro", confesó.
El libro se detiene en el 8 de febrero de 2003, el día del asesinato de Joseba Pagazaurtundua en un bar de Andoain, pero, según su autora, "se empezó a escribir mucho antes, cuando unos seres humanos decidieron que querían asesinar a otro ser humano".
La reflexión política que contiene apunta a la necesidad de que el nacionalismo vasco "se regenere moral y políticamente" porque algunos elementos de la doctrina del fundador del PNV, Sabino Arana, "dan oxígeno a los ultranacionalistas". Maite Pagazaurtundua admitió que la obra "es dura y crítica con los nacionalistas vascos", aunque ha tratado de "no herir innecesariamente y no injuriar", porque las víctimas y los perseguidos "no los sienten a su lado y sin embargo los necesitan".