L D (Agencias) El hermano de Jamal Ahmidan, alias "El Chino", Mustafá Ahmidan, declaró ante el tribunal del 11-M que éste le confesó días después de los atentados que estaba implicado. "El Chino" acudió al bar que regentaba Mustafá junto a otra de las personas que murieron posteriormente en Leganés, Rachid Oulad Akcha, y después de que Mustafá preguntara a Jamal por qué no contestaba a las llamadas, si era porque "tenía alguna relación con los hechos" éste le dijo: "Sí, estoy en ellos". "Pidelé a Dios que no nos cojan vivos", añadió después Oulad Akcha.
El testigo reconoció a preguntas de la fiscal Olga Sánchez que no se refirió a esta confesión en su declaración ante el juez Juan del Olmo por "miedo". Mustafá fue detenido días antes de la explosión del 3 de abril en Leganés en la que murieron tanto "El Chino" como Rachid Oulad Akcha, junto a otras cinco personas. Dijo que entonces no dijo nada al respecto "por miedo" a quedar implicado y "por presiones de la familia" y añadió que no creyó a su hermano en aquel momento. "El Chino" le indicó además que la gente "que había hecho aquello" eran personas "del barrio", de su barrio de Marruecos.
Relató, además, ante el tribunal otra visita de Jamal Ahmidan, anterior a ésta, en la que comentaron juntos la masacre y vieron imágenes en televisión, en las que se retransmitían fotos de los detenidos, como Jamal Zougam. "El Chino" se refirió a las detenciones como "injustas" y cuando Mostafá le recriminó sus palabras le dijo: "¿No ves a tus hermanos que están muriendo también en Irak?".
"Yo entendí que sólo defendía a los musulmanes", explicó el testigo que describió que las llamadas de la policía le llevaron finalmente a preguntar a su hermano por su posible implicación, momento en que se produjo su confesión.
La cinta de reivindicación
Mustafá agregó que reconoció la voz de su hermano en la cinta de reivindicación de la masacre depositada en una papelera cercana a la mezquita de la M-30. Explicó que la grabación le fue mostrada por la Policía y que el que hablaba era Jamal. Además, indicó que uno de los acusados por pertenencia a organización terrorista, Abdelilah El Fadual El Akil, era "amigo" de su hermano y que compartió vivienda con él durante aproximadamente cuatro meses. Dijo que Jamal Ahmidan no se dedicaba a la compra-venta de vehículos y reconoció que se dedicaba al tráfico de drogas, negocio que también practicaban sus primos, Hamid y Hichan Ahmidan, aunque de forma independiente a "El Chino".
Sin embargo, otro de sus hermanos, Youssef, que compareció tras él, no reconoció la voz de El Chino en el vído. Youssef Ahmidan dijo en el juzgado que la voz del vídeo reivindicativo de Leganés era su hermano. Reconoció entonces esta voz en "un 80 por ciento". Olga Sánchez pidió entonces que se exhibiera de nuevo el vídeo. Tras realizar una audición y a preguntas de la fiscal esta vez contestó "no, no lo tengo claro" que fuera la voz de su hermano.
Morata de Tajuña
El testigo Mustafá Ahmidan agregó que sabía "de oídas" que su hermano tenía una finca en la localidad madrileña de Morata de Tajuña aunque explicó que nunca llegó a visitarla. Estuvo a punto de hacerlo coincidiendo con la fiesta denominada del cordero pero finalmente se hizo demasiado tarde y regresó a su casa sin llegar al terreno.
La declaración de otro de sus hermanos, plagada de contradicciones
A continuación declaró Youssef Ahmidan, hermano menor de el Chino. Se retractó varias veces de lo declarado ante la fiscal en el Juzgado y negó que su familia estuviera preocupada por la posible participación de Jamal en los atentados, sino porque hacía mucho que no le veían. Youssef explicó que antes de la masacre la familia dejó de tener contacto con "El Chino" durante aproximadamente dos meses. Estaban, según relató, preocupados por él pero en ningún momento relacionaron a Jamal con los atentados ya que "nunca había hecho nada" que les llevara a pensar "que podía ser uno de los autores". Youssef describió que volvió a ver a Jamal dos días después de los atentados y que no le preguntó si tenía algo que ver con ellos porque "no había sospechas de que los culpables fueran un grupo islamista". "Pensabamos que era ETA", agregó el testigo.
El comentario sobre los detenidos, precisó Youssef, se produjo poco después, en otra ocasión en que "El Chino" pasó por el bar al que se dirigió en un vehículo en que viajaban también los hermanos Mohamed y Rachid Oulad Akcha. Negó, no obstante, haber oido a Jamal o a Rachid Oulad Akcha reconocer ante el hermano mayor, Mustafá, que había tomado parte en los atentados. Sí recordó haber oído de su hermano días después del 11-M que los detenidos eran "gentes inocentes y se los están llevando por la cara". Pese a no recordar su declaración ante Olga Sánchez, reconoció que Jamal estaba "cambiado" al volver de Marruecos y hablaba de Irak y Palestina, pero tampoco reconoció haber declarado que había oído a "El Chino" pedirles que rezaran para que no los cogieran vivos.
Declaró conocer la participación de su hermano por "los medios de comunicación". Ratificó la llamada de "El Chino" a su madre desde Leganés y dijo que tras enterarse de esta llamada llamaron a la Policía, que les trasladó a comisaría y les informó de que la explosión de Leganés.