(Libertad Digital) El 12 de julio de 1979, un terrible incendio se propagó por todas las plantas del hotel Corona de Aragón de Zaragoza, causando la muerte de 78 personas y heridas a otras 113 personas. No era un día cualquiera, pues la ceremonia de entrega de los nuevos despachos de la XXXVI promoción de la Academia General Militar había congregado en este establecimiento hotelero, el único de cinco estrellas que existía entonces en la ciudad, a importantes personalidades militares, sociales y políticas.
Este suceso fue considerado como un incendio fortuito durante muchos años, dada la delicada situación política que atravesaba España, pero años después fue reconocido de facto como un atentado terrorista, y sus víctimas comenzaron a cobrar indemnizaciones al amparo de lo dispuesto en la Ley 32/1999 de Solidaridad con las Víctimas del Terrorismo. De hecho, el Heraldo de Aragón informó el 4 de octubre de 2000 que el día del suceso se recibieron en la redacción del diario dos llamadas en nombre de ETA y el FRAP reivindicando el incendio.
Este martes, el programa Caso Abierto, dirigido y presentado por Francisco Pérez Abellán, hará un recorrido por los hechos y esclarecerá muchas de las incógnitas que todavía siguen pendientes.
Precisamente, hace unos días, el Tribunal Supremo declaró el derecho a la Gran Cruz de la Real orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo de una mujer fallecida en el incendio del Hotel Corona de Aragón de Zaragoza que le había sido denegado por el Consejo de Ministros. En esta sentencia, se admite el informe elaborado por un experto en el que se asegura que se utilizó Napalm y magnesio para intensificar y acelerar la propagación del fuego.