López compareció este jueves ante la Diputación Permanente del Parlamento Vasco –el órgano que asume las funciones del pleno de la Cámara fuera del periodo de sesiones– para presentar las líneas estratégicas y prioridades de su gestión, que ya dio a conocer el pasado día 14 ante los altos cargos de su ejecutivo.
En el documento que presentó en aquella ocasión, en el que planteó una propuesta de "contrato social entre los vascos'", el lehendakari planteó la necesidad de una profunda reforma de la sanidad vasca, dio a conocer inversiones en materia de innovación, y reiteró el compromiso del Gobierno vasco para combatir a ETA.
López, cuya comparecencia fue solicitada por el PNV y Aralar, reprochó a estos partidos que hayan tratado de convertir su comparecencia de este jueves en "un debate de política general". Además, explicó que el encuentro que celebró el pasado día 14 "fue un acto ordinario del Gobierno, una reunión de trabajo con todos los cargos".
Además, respondió a los grupos que cuestionaron el formato de aquel acto que, como lehendakari, tiene "toda la legitimidad para hacerlo". "No tengo que pedir permiso a nadie, sino todo lo contrario. El que las reuniones más importantes de los cargos del gobierno se hagan a plena luz y con cámaras es un acto de buena gobernanza y de transparencia, porque no tengo nada que ocultar", aseguró.
También rechazó haber tratado de "marginar" a la Cámara vasca. En este sentido, explicó que su deseo habría sido ofrecer explicaciones sobre sus prioridades ante el pleno, ya que en la Diputación Permanente no tienen representación todos los partidos del Parlamento.
Respecto a las críticas a que no haya informado de las líneas maestras de su proyecto de gestión hasta ocho meses después de llegar al Gobierno vasco, recordó que el pasado mes de junio, "nada más comenzar nuestra andadura al frente del Gobierno", ya se reunió con sus altos cargos para exponer "las directrices que debían regir la conducta" del Ejecutivo.
López explicó que uno de sus principales objetivos es construir "un país de ciudadanos libres, sostenible, solidario y competitivo", y todo ello "sin enfrentar un modelo identitario a otro". "Queremos un país abierto y sin trincheras que nos dividan; una Euskadi de todos hecha entre todos", añadió.
Convivencia
El lehendakari insistió en que su Gobierno no quiere "hacer política contra nadie". "No sólo decimos que nuestra forma de entender la política se basa, fundamentalmente, en la integración y la convivencia de propuestas diferentes, sino que afirmamos que nuestro modelo es un modelo abierto y que busca la colaboración de todos", manifestó.
El terrorismo de ETA ocupó buena parte del discurso de López, quien, tras proclamar que "todos los que vivimos en Euskadi somos de aquí" y que "nadie es más vasco que nadie", recordó que "la limitación más importante que tenemos para ser todos igualmente libres es el terrorismo de ETA que amenaza nuestra libertad personal".
López advirtió de que la lucha contra el terrorismo de ETA "es una prioridad, no sólo del Gobierno, sino del país". Por ese motivo, afirmó que, "en la lucha antiterrorista, no debe haber Gobierno y oposición, sino unidad democrática". En este punto, felicitó a la Ertzaintza por la reciente desarticulación de un grupo de ETA cuyos miembros no estaban fichados por las Fuerzas de Seguridad.
La operación, según dijo, es "una muestra del compromiso que siempre ha tenido la Ertzaintza para luchar contra el terrorismo, y de la voluntad del Gobierno vasco de no escatimar en medios para que nuestra Policía pueda desarrollar su labor con la máxima eficacia y profesionalidad".
El presidente del Gobierno vasco recordó que acabar con la organización terrorista "no implica sólo detener a etarras", sino que "también lleva consigo una labor de deslegitimación política, social y cultural del terrorismo".