L D (Europa Press) El portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Diego López Garrido, cree que el presidente del PP, Mariano Rajoy, "debería ponerse a trabajar" sin esperar al final de las vacaciones y aprovechar los próximos meses para dar un giro estratégico porque, a su juicio, el primer partido de la oposición está inmerso en una "deriva extremista" y su líder está "hundido" en las sondeos y "en caída libre".
El PSOE no se encuentra en un buen momento dentro del propio partido con problemas en Cataluña con Magdalena Álvarez, en Navarra y la oleada de dimisiones en el PSN tras acatar las órdenes de Ferraz, en Valencia con la llegada forzada de Jordi Sevilla o en Madrid con el desastre de las últimas elecciones de Rafael Simancas y Pablo Sebastián.
La preocuación de Garrido
Sin embargo, lo que preocupa a López Garrido es que las últimas encuestas sitúan a Rajoy como "el líder peor valorado por los españoles en toda la historia de la democracia" por lo que le recomienda que se ponga "a trabajar para compensar esta situación". "Su situación no es precisamente halagüeña", advirtió.
El portavoz socialista da alguna clave útil, ya que entiende que el PP presenta esta situación en las encuestas porque "los españoles no ven que trabaje por ellos, sino que ven que trabaja simplemente por la utilización de aquello que no hay que utilizar en contra del Gobierno", como es el terrorismo. "El PP no trabaja por los españoles y por eso Rajoy está tan hundido en la confianza de los ciudadanos. Deberían tomar nota y girar en su estrategia, que hasta ahora ha sido muy poco útil para los españoles".
La "deriva extremista"
Para López Garrido, esta "deriva extremista" del PP está provocando "dimisiones, crispaciones y discrepancias" como los casos de Josep Piqué o Jaume Matas. "Me imagino que los sectores más centristas del PP, que los debe haber, están muy preocupados por la deriva tan extremista que ha tomado el partido", apostilló.
Sobre su partido y preguntado por el papel del presidente José Luis Rodríguez Zapatero y su "omnipresencia" pública en contraste con los demás miembros del Ejecutivo, López Garrido se escudó en que el presidente, al ser quien dirige la política del Gobierno, tiene una "posición central. Un presidente como Zapatero, que tiene tanto crédito y tanta confianza acumulada, está siempre en primera línea, que es lo que tiene que hacer y lo hace muy bien".