A pesar del hostigamiento y de la indefensión que vive la Guardia Civil en las aguas del Peñón ante las patrulleras de la Royal Navy, ha sido Reino Unido quien ha emitido una queja formal. Según cuenta El Mundo la embajada británica ha elevado una "nota verbal" al Ministerio de Exteriores en la que relata el "lamentable incidente" entre la Marina y la Guardia Civil.
Los británicos hablan de un supuesto incidente ocurrido el pasado 1 de junio. En la carta de la embajada lo relatan así: "el martes 1 de junio de 2010 dos buques de la marina Real británica, HMS Somerset y HMS Savre, navegaban hacía el oeste cuando un buque no identificado fue visto en posición 36 05.252N 005 17.472W dirigiéndose hacia HMS Sabre a gran velocidad (30 nudos) y con rumbo estable, y en una posición en la que el sol hizo imposible la identificación del buque. HMS Sabre cambió de rumbo, lanzó advertencias por radio, bandera y sirena, y luego adoptó más tácticas evasivas, pero el otro buque también cambió de rumbo, manteniendo un rumbo para interceptar a HMS Sabre en su babor. HMS Sabre se dispuso a adoptar medidas defensivas. A una distancia de aproximadamente de 40 metros, HMS Sabre identificó positivamente al otro buque como el buque m-42 ("Rio Tormes") de la Guardia Civil".
Aunque, los británicos no cuentan como acabó el incidente consideran que "las acciones de la Guardia Civil descritas en esta nota constituyen un incumplimiento del derecho marítimo internacional, en particular de las normas del Reglamento Internacional para Prevenir abordajes en el Mar, de 1972".
En este sentido, consideran que los guardias civiles actuaron de forma "hostil" por lo que podrían haber actuado "en consecuencia". "Este comportamiento de la Guardia Civil es, por tanto, motivo de honda preocupación, ya que corrió el riesgo de causar un incidente marítimo grave". Además, la nota "ruega a España que tome las medidas necesarias para asegurar que no se repita este comportamiento".
Con este tono amenazante acaba el alegato británico que, sin embargo, ni menta ni recuerda los incidentes protagonizados por las patrulleras británicas contra los miembros del Instituto Armado. Sin embargo, el Ejecutivo español exigió rápidamente explicaciones a la Guardia Civil ante lo sucedido.
Desde hace meses, la Guardia Civil informa tanto a Interior como a Defensa de todas las maniobras de acoso por parte de los agentes británicos. Pero de este incidente relatado por la embajada de Reino Unido no consta ningún parte. Simplemente porque no hubo incidente ni se percataron del peligro. Actuaron como de costumbre. Vieron una embarcación, se acercaron, comprobaron y se fueron. Una maniobra habitual.