Los etarras Javier Atristain y Juan Carlos Besance, detenidos la pasada semana por intentar reconstruir el complejo Donosti de ETA, han aportado nuevos datos sobre el santuario que para los miembros de la banda terrorista se está volviendo a convertir Venezuela desde finales de la década de los noventa. Según declararon antes los agentes de la Guardia Civil que los arrestaron, ambos estuvieron en el país presidido por Hugo Chávez recibiendo entrenamiento terrorista en julio y agosto de 2008.
El por entonces jefe de los pistoleros de ETA, Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, entregó 2000 euros a Atristain y Besance para que fueran a realizar varios cursos (formación y adiestramiento, limpieza de armas, posiciones de tiro, métodos de encriptación, manejo de armas con miras telescópicas y fabricación de explosivos) al país sudamericano porque "resulta mucho más seguro realizar los cursillos allí que en Francia", frase que, como los propios etarras reconocieron en el interrogatorio, les dio a entender que no eran los primeros en cruzar el Atlántico para recibir este tipo de entrenamiento.
Los dos etarras fueron recibidos e instruidos en Venezuela por Arturo Cubillas Fontán, un viejo conocido de la justicia española sobre el que pesa una orden internacional de detención y que las Fuerzas de Seguridad venezolanas se niegan a practicar. Esa orden fue dictada por el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco el pasado mes de marzo, tras hacer público un auto en el que ponía sobre el tapete las relaciones ETA-FARC-Venezuela.
Otra vez Arturo Cubillas
El hilo principal de esa conexión denunciada por el juez Velasco era el propio Cubillas, que fue deportado a Argelia en noviembre de 1987 tras ser detenido en Francia. Posteriormente, el 28 de mayo de 1989, tras el fracaso de las negociaciones de Argel entre ETA y el Gobierno de Felipe González, el país norteafricano deportó al etarra hasta Venezuela, donde reside desde entonces.
Desde su llegada al país sudamericano, el etarra continuó su actividad terrorista y se erigió como el máximo responsable de ETA en el país, desde, al menos, 1999, según el auto del juez. Allí se casó posteriormente con Goizeder Odriozola Lataillade.
Ambos, tanto él como su mujer, entraron a formar parte del Gobierno de Venezuela con la llegada al poder en 1999 de Hugo Chávez. Cubillas fue nombrado director adscrito a la Oficina de Administración y Servicios del ministerio de Agricultura y Tierras de Venezuela en 2005. Su mujer ha ostentado diversos cargos, el último de ellos, el de directora de Relaciones Institucionales del ministerio de Poder Popular para el Deporte, para el que fue designada en enero de 2007. Unos nombramientos políticos que fueron justificados en su momento por el número dos de Chávez en el Gobierno venezolano.
Según el auto del magistrado, en 1999, el Comité Ejecutivo de ETA decidió establecer "relaciones oficiales" con las FARC, continuando con los contactos informales que desde años atrás había iniciado José Ángel Urtiaga Martínez, líder de los etarras refugiados en Cuba, con la autorización de la propia dirección etarra. El hombre que fue designado para estar en permanente contacto con los terroristas colombianos fue Arturo Cubillas.
Libertad Digital ha tenido acceso en exclusiva a dos documentos que demuestran la relación directa del etarra Cubillas con el régimen de Hugo Chávez. Una de estas pruebas es la ficha de que el terrorista con orden de búsqueda y captura pertenece al partido del mandatario venezolano. En él aparece también su credencial e incluso en el lugar donde debe votar.
Además, el otro documento muestra su ficha en el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales y su número de afiliación como trabajador en el Instituto Nacional de Tierras como asalariado del Ejecutivo de Chávez.
ETA prueba morteros en la selva
Según el auto del magistrado, tras el año 1999, comenzaron de forma fluída las actividades conjuntas ETA-FARC. Ese año, ETA desarrolló el mortero Jotake-Handia –una versión mejorada– en Cuba y lo probó, tiempo después, en Venezuela. Y es que de ese año, 1999, es la carta que envió el etarra José Ignacio Echarte Urbieta –deportado en Cuba– pidiendo permiso a la dirección de la banda terrorista para probar el "asunto gabardina", el nuevo modelo de mortero para granadas Jotake que permitió landar las granadas mucho más potentes y mucho más lejos (de hasta 40 kilos a casi 600 metros), en el país de preside Hugo Chávez. El primer atentado con este mortero fue el 18 de octubre de 2003, contra el cuartel del Ejército en Aizoain (Navarra).
En 2002, ETA ya había instruido a las FARC en la fabricación de coches-bomba. Ese año, Colombia encontró en manos de los narco-terroristas material muy similar al utilizado por ETA en España, específicamente, dos coches-bombas preparados de la forma en que normalmente los monta la banda terrorista, varios mandos a distancia para activar los coches-bomba como los que solía utilizar ETA (marca Kenwood TH22) y lo que el Gobierno colombiano denominó como "cilindros-bombas", y que no era otra cosa que los habituales morteros para lanzar granadas Jotake de ETA.
Un año más tarde, en 2003, según el auto del juez Velasco, la selva venezolana se convirtió ya en el gran santuario de ETA y FARC. Entre el 14 de julio y el 12 de agosto de ese año, cuatro terroristas de ETA recibieron en Venezuela un cursillo de adiestramiento militar. Buena cuenta de ello dio en la bandeja de salida del correo electrónico del ex líder de las FARC Raúl Reyes, cuyo portátil fue encontrado tras un duro ataque de Colombia a las FARC en la frontera con Ecuador y que, además de costar la vida al propio Reyes, provocó un importante conflicto diplomático con la propia Ecuador y Venezuela.
"Ricardo conversó telefónicamente con los amigos de Navarra, ya están en comunicación con Amparo, ellos son cuatro y llegan a Maracaibo el lunes 14, para que los reciban". El líder de las FARC Ruben Reyes informó así de la llegada de los etarras a Maracabio (Venezuela), para el curso de adiestramiento militar, a otro de los altos dirigentes de las FARC, Iván Márquez.
Es más, el correo de Rubén Reyes permitió también conocer uno de los correos que había recibido con posterioridad: "Los amigos de ETA, recientemente recibieron un curso donde Iván, solicitado por ellos. Se les planteó allí la posibilidad de contribuirnos con trabajos en España y otros países. Se habló de Pastrana, Noemí y Bernardo Gutiérrez, según comunican ahora no tienen muchas dificultades en localizar a los dos primeros".
La escolta venezolana
Es decir, ETA iba a localizar objetivos para las FARC en Madrid. Durante el curso de adiestramiento militar, las FARC propusieron a ETA localizar en España al ex presidente de Colombia Andrés Pastrana, la por entonces embajadora de Colombia en España Noemí Sanin, y al periodista y ex terrorista de Ejército Popular de Liberación (EPL) Bernardo Gutiérrez. ETA les trasmitió que localizaría a Pastrana y Sanin.
Ese mismo año también, en diciembre, las FARC instruyeron a ETA en el uso de mísiles tierra-aire. Mísiles de este tipo fueron incautados a la banda terrorista en octubre de 2004 en Francia, tras la detención de los dirigentes etarras Mikel Albisu y Soledad Iparraguirre. Precisamente, en enero de este año, Pedro María Olano, el etarra que amenazó a Regina Otaola, fue condenado en la Audiencia Nacional por transportar tres misiles tierra-aire con los que ETA quería asesinar al presidente Aznar.
Según el auto del juez Velasco, correos electrónicos encontrados en el ordenador portátil de Raúl Reyes demuestran que ETA y FARC intentaron organizar un encuentro entre miembros de su dirección entre finales de 2003 y 2004, que fue frustrado por la contundencia de las operaciones contra ETA llevadas a cabo en España y Francia.
"Los etarras están de acuerdo en entrevistarse con Raúl Reyes, si bien tienen un inconveniente para comunicar con su dirección que permanece en Europa, y ello implica algún tiempo, confirmando que la reunión podría realizarse la segunda quincena de enero". Correo electrónico enviado el 1 de diciembre de 2003 por el dirigente de las FARC Ricardo (Granda Escobar) a Raúl Reyes tras entrevistarse con Arturo Cubillas.
"Los de ETA dieron el perfil del personaje, dicen que han tenido un mal año con muchas detenciones de gente de su dirección y por el momento es imposible que alguien de ellos pueda moverse por razones de seguridad". Ricardo (Granda Escobar) informó el 17 de julio de 2004 a Raúl Reyes que el encuentro con un miembro de la dirección de ETA era imposible por el momento.
Peso a no poder cerrar el encuentro en representantes de las cúpulas de ambas organizaciones terroristas, las relaciones entre FARC y ETA continuaron con el beneplácito del Gobierno venezolano. En agosto de 2007, ETA impartió a las FARC un curso sobre la activación de bombas de explosivo militar C4 con teléfonos móviles. Militares venezolanos escoltaron a los miembros de ETA y FARC hasta los campos de entrenamiento. Según el auto, "a este curso acudieron viajando por tierra vía Maracaibo con el conocimiento y la compañía de una persona que vestía chaleco con escudo de la DIM (Dirección de Inteligencia Militar de Venezuela) y de un vehículo de escolta con militares venezolanos".
Intentando huir al país de Hugo Chávez
Otro dato sobre la sensación de refugio o santuario que supone Venezuela para los terroristas de ETA se pudo comprobar el pasado mes de marzo, cuando el terrorista Andoni Zengotitabengoa se encontraba huido, después de que las Fuerzas de Seguridad españolas y lusas desbaratasen el intento de ETA de instalar una sede logística de la organización terrorista en suelo portugués.
Descubierto el depósito donde los etarras escondían más de una tonelada de explosivos, en el interior de una urbanización de Casal de Avarela, en la localidad portuguesa de Óbidos; detenidos el resto de terroristas que conformaban su grupo; e identificado Zengotitabengoa por las cámaras de un supermercado; el etarra, al verse acorralado por las fuerzas de seguridad lusas, no tuvo otra reacción salvo la de intentar huir a Venezuela. Precisamente, fue detenido en el aeropuerto de Lisboa cuando intentaba subir a un avión con destino a Caracas portando un pasaporte mexicano falso.