Es la única cita electoral para el 2010, y en Génova trabajan a conciencia para ser "protagonistas del cambio" en Cataluña. Tienen para rato. Según sondeos internos a los que ha tenido acceso Libertad Digital, el PPC no logra despegar y de celebrarse hoy elecciones obtendría catorce diputados -quince a lo sumo- en el Parlamento autonómico, exactamente los mismos asientos de los que hoy dispone.
La única formación que mejoraría resultados, según los datos en manos de las direcciones nacional y regional del PP, sería CiU, que podría alcanzar entre siete y nueve diputados más llegando a los cincuenta y siete representantes en la Cámara. La mayoría para alcanzar gobierno está en los sesenta y ocho, por lo que la suma de ambos partidos ya sería suficiente para derrocar de la Generalidad al Tripartito.
En cuanto al resto de partidos, el PSC se mantendría absorbiendo los votos de sus aliados de Gobierno. ERC podría llegar a perder seis diputados y ICV perdería un representante en el Parlamento regional.
Fuera del estudio quedan el resto de partidos políticos, aunque fuentes populares reconocen a LD que trabajan con la idea de que el partido de Rosa Díez, Unión Progreso y Democracia, pudiera obtener entre uno y dos diputados. Ciudadanos se quedaría sin representación.
Ante este panorama, el presidente del PP, Mariano Rajoy, desgranó el lunes ante la Junta Directiva Nacional -con Alicia Sánchez Camacho presente- la estrategia a seguir por los suyos en Cataluña: "vamos a plantear cuatro años de moderación, de sensatez y de atención a los problemas de la gente".
Sin embargo, en el bastión de los populares son conscientes de que para conformar Gobierno tendrán que pactar, y todos los dirigentes consultados a puntan a CiU. El propio Rajoy lo dejaba caer ante la plana mayor del partido: "queremos construir, dialogar y hablar con todos, no vamos a hacer demagogia y vamos a dar la batallar porque en este momento Cataluña necesita un cambio como el del País Vasco".
Recogido el recado, Sánchez Camacho tiene ahora la obligación de preparar el Programa Electoral, que será presentado en una gran convección que se celebrará en verano y de la que también saldrán los candidatos a los ayuntamientos. Según fuentes consultadas, en el texto se evitará "al máximo" una referencia expresa a la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto catalán, que se demora ya más de tres años.
La crisis interna, de telón de fondo
El sector crítico a la presidenta del PPC aguarda a ese Programa para dar su opinión, aunque deja claro que hablar a priori de pactos "lo único que sirve es para desmotivar al electorado del partido".
En este sentido, advierte un destacado dirigente que "hay principios que son irrenunciables" y destaca que, actualmente, "CiU está a la deriva" por lo que "sería tremendo que nos atreviéramos a pactar con un partido de tales características".
"Lo que le pasa al PPC es que tiene un enorme problema interno, un tapón interno tremendo, y que nos hemos quedado sin discurso más allá del que somos el partido que solucionará la crisis económica", destaca este mismo parlamentario, en declaraciones a Libertad Digital. "El partido quedó muy dividido en el último congreso, y ahora estamos desaparecidos, no tenemos discurso", sentenció.