En la entrevista que este domingo publica el Magazine de El Mundo, Joan Laporta demuestra una vez más que es un personaje con dos caras completamente diferentes: si como dirigente deportivo defiende con contundencia una gestión en el Barcelona cuyo éxito es incuestionable, se desnorta en cuanto abandona las áreas deportiva o empresarial y entra, como elefante azul en cacharreria, en la arena política.
Así, analiza el papel del Barcelona durante la dictadura desde un prisma un tanto peculiar y que no parece muy acorde con la realidad histórica: "En los tiempos del Franquismo, en que no había posibilidad de hacer política, el Barça canalizaba el sentimiento catalanista y las ansias de libertad".
El análisis tampoco mejora cuando se centra en el presente, así, olvidando la escasa relación de sus opiniones políticas con los éxitos deportivos que ha tenido el equipo Laporta asegura que "a través del catalanismo que hemos impulsado durante estos siete años el prestigio de la institución no sólo no ha menguado sino que ha crecido".
Es más, como si una cosa fuese consecuencia de la otra dice que "el Barça más catalanista es también el más universal de la historia", y "no sólo por los sentimientos" sino que "ahí están los datos: en siete años hemos creado dos proyectos deportivos y los dos han ganado la Liga y la Champions", insiste, aunque a juicio de muchos en esos triunfos habrá tenido también que ver la calidad de jugadores tan catalanes como Etoo, Iniesta, Ronaldinho o el propio Messi.
Laporta: "En el franquismo el Barça canalizaba las ansias de libertad"
Joan Laporta ha analizado en una larga entrevista sus años como presidente del FC Barcelona y, contrariamente a lo que en él suele ser habitual, se centra sobre todo en la parte deportiva e institucional del club. No obstante, no pierde la ocasión de volver a mezclar política y deporte.
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