La vocal del CGPJ Margarita Robles pide que "dejen trabajar" al Supremo

En declaraciones a los periodistas al término del acto de toma de posesión de la nueva presidenta de la Audiencia Provincial de Navarra, Robles ha insistido en pedir "respeto" al Tribunal Supremo, que debe decidir sobre la imputación del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón.

Preguntada por su supuesta "enemistad" con el propio Garzón, quien en su día pidió que Robles no participara en las deliberaciones del CGPJ sobre su suspensión, la vocal de este órgano judicial ha asegurado que "en absoluto" existen estas desavenencias. "Él sabe que no tengo ninguna enemistad con él", ha apostillado.

"Al contrario, tengo un enorme respeto profesional por Baltasar Garzón, pero también por todos los jueces de este país, y también por el Tribunal Supremo, formado por magníficos profesionales", ha dicho, para considerar por ello que "cualquier actuación que de alguna manera tienda a deslegitimar el papel del Tribunal Supremo ataca los pilares básicos del Estado de derecho".

Por ello, ha incidido en su petición de "respetar el trabajo de todos los jueces y en este caso del Tribunal Supremo", y ha añadido que "todos los jueces de España tienen el respeto y el apoyo del Tribunal Supremo y también del Consejo General de Poder Judicial".

En el mismo acto, durante su discurso, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN), Juan Manuel Fernández, ha aludido a la "enorme convulsión" existente en el ámbito judicial en la actualidad, donde "se pretende la confrontación entre democracia y poder judicial", lo que "entraña la puesta en peligro de uno de los pilares esenciales del Estado democrático y de derecho".

Al respecto, ha coincidido con Robles en advertir de que "el legítimo derecho a la crítica de las decisiones judiciales no puede confundirse con la deslegitimación del papel constitucional del juez".

Cruzar esa línea, "ya sea consciente o inconscientemente, erosiona la legitimidad democrática del poder judicial, lo que, a su vez, y esto es lo verdaderamente grave, pone en peligro el Estado de derecho y, en consecuencia, las libertades y derechos que tanto nos ha costado conseguir", ha concluido.