La Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Salamanca vuelve a convertirse en triste protagonista de la actualidad. La próxima semana, el jueves 11 de marzo, acogerá la conferencia "102 días bajo la ley antiterrorista", que será impartida por el independentista asturiano Fernando González Rodríguez.
Dos agentes de la Policía Nacional detuvieron a González Rodríguez el 13 de septiembre de 2005 cuando acaba de prender la mecha de un artefacto explosivo que iba a colocar junto a una sede del PSOE de Infiesto. La jueza de la Audiencia Nacional Ángela Murillo condenó en marzo de 2009 al independentista asturiano a diez meses de prisión por un delito de estragos. En el auto, rechazó la petición de la Fiscalía, que pedía ocho años de prisión por un delito de terrorismo, porque consideró que su acción fue una "rabieta".
Un día después, el 12 de marzo, acudirá a dar una charla el abogado Erlantz Ibarrondo, que fuera candidato en las pasadas elecciones europeas de la candidatura Iniciativa Internacionalista, que fue estudiada por ser una pantalla de Batasuna-ETA. Además, se ha signicado como un activo defensor de radicales de extrema izquierda. Entre sus clientes destacan el ultra del Olympique de Marsella Santos Mirasierra o a los antisistema que intentaron asaltar en 2009 la comisaría de la Policía Municipal de Madrid de la calle Montera.
La denuncia de estos hechos fue hecha pública este martes por Solución Independiente Universitaria, que lamentó que estas jornadas, "auspiciadas por Acción Antifascista de Salamanca, un grupo ilegal, violento y que no pertenece a la universidad", se hagan con "la simpatía, conocimiento y permisividad del decano de la Facultad de Geografía e Historia Valentín, Cabero Diéguez".
Ésta no es la primera vez que esta universidad acoge conferencias extremistas. El pasado mes de noviembre, instalaciones de la misma facultad fueron utilizadas para dar la conferencia "Proceso de fascistización y montajes policiales", organizada por Acción Antifascista de Salamanca. Con anterioridad, grupos de extrema izquierda habían organizado un concierto en el que se exhibieron símbolos del grupo terrorista RAF (Baader-Meinhof), lo que provocó la protesta de la embajada alemana en España.