(Libertad Digital) Más de cinco años después del 11-M se empieza a tener noticias o comienzan a aparecer como por arte de magia aquellas personas a las que la versión oficial otorgaba algún papel en la masacre y que decía que habían huido después de perpetrarla.
Antes de comenzar el juicio del 11-M, la versión oficial establecía que las bombas habían sido colocadas por Jamal Zougham (el único condenado como autor material), por Abdelmahid Bouchar y por las siete personas muertas en el piso de Leganés, más otros cuatro individuos que habrían huido de España con posterioridad al atentado y habrían terminado suicidándose en Irak. Un total de 13 responsables para 13 bombas.
La sentencia de la operación Tigris, conocida recientemente, ha desvelado informaciones relevantes sobre estos huidos. Sentencia que, por cierto, ha exculpado a casi todos los acusados de ayudar a huir a estos islamistas.
Daoud Ouhnane es el principal fugitivo del 11-M, cuyas huellas, indicó la Policía, aparecieron en la furgoneta Kangoo (en concreto en la bolsa que se encontraba debajo de uno de los asientos delanteros y de la que se dijo que contenía detonadores y restos de explosivo), en la casa de Morata –donde presuntamente se montaron las bombas– y en el piso de Leganés. En mayo de 2004 la Policía pidió al juez Del Olmo que emitiera una orden de busca y captura contra él y se distribuyó su fotografía.
Pues bien, un mes después (en junio de 2004) la Policía le fotografió saliendo de una casa en Santa Coloma de Gramanet. Fotografía que se aportó en el juicio de la operación Tigris.
No fue sólo Ouhnane quien pasó por delante de las narices de los agentes que vigilaban el piso de Santa Coloma. Otros dos supuestos implicados en la matanza de Madrid, Mohamed Afalah y Said Berraj, también estuvieron allí, tal y como quedó de manifiesto en la vista de la Operación Tigris. Precisamente Alfalah habría sido la persona que huyó junto al recién resucitado Mohamed Belhadj.
Es más, en la sentencia del 11-M se dice que Mohamed Alfalah llamó a su familia los días 17 de marzo, 30 de abril y 12 de mayo de 2005 para despedirse antes de inmolarse en un atentado suicida. Pues bien, tal y como volvió a quedar de manifiesto otra vez en el juicio de la operación Tigris y que desveló LD, Alfalah fue detenido por la Policía turca el 14 de junio de 2004 e internado en un centro de extranjeros hasta que consiguió huir en marzo de 2005. A pesar de que España fue informada de este hecho, no se pidió su extradición.
Ahora, Mohamed Belhadj, otro de los huidos al que se le daba por muerto en un atentado suicida en Irak, aparece. Y es encarcelado en Marruecos. Habría alquilado el piso de Leganés y habría huido junto a Alfalah. Por lo que también es muy probable que estuviera en esa casa de Santa Coloma, vigilada por la Policía.
No es la primera vez que uno de los buscados por España por los atentados del 11 de marzo es entregado directamente a Marruecos y juzgado allí. Abdelilah Hriz, de quien se encontraron huellas en Morata y Leganés y de quien se dice que ayudó a huir, entre otros a Alfalah, fue detenido también en Siria y directamente puesto a disposición de las autoridades marroquíes.