Pero según García – Abadillo, ya antes del periplo neoyorquino de Garzón era Navalón el que invitaba al juez a la ciudad de los rascacielos en la tenía despacho y apartamento.
¿Generosidad desinteresada? No lo parece ya que, según el vicedirector de El Mundo, Navalón estaba preocupado por su posible implicación legal en el "caso Argentia Trust", en el que la Audiencia Nacional estudiaba la desaparición de 600 millones de Banesto en un paraíso fiscal.
Así, y siempre según García – Abadillo, en la Audiencia Nacional llamó poderosamente la atención que Garzón "no paraba de hacer gestiones frente a la Fiscalía para que no imputaran a Navalón". En este punto el entramado de relaciones personales y profesionales se hace aún más denso: resulta que el abogado que defendía a Navalón en aquel caso era José Manuel Gómez Benítez, amigo íntimo de Garzón y ahora Vocal del CGPJ que está defendiendo la candidatura de Garzón a la Presidencia de la Audiencia Nacional.
García – Abadillo señala además la implicación de Navalón en el caso Sogecable y, sobre todo, en el posterior proceso legal contra Gómez de Liaño cuyas irregularidades ha señalado recientemente nada menos que el Tribunal de Estrasburgo. Así, según el periodista: "Navalón aparece en todas las reuniones clave. Aquéllas que permitieron montar el artificio que facilitó la recusación del juez y su posterior condena por un inexistente delito de prevaricación".
El comisionista habría sido también quien "dio todos los argumentos a Matías Cortés, abogado de Polanco, para inhabilitar a Gómez de Liaño" y quien "puso sobre la mesa no sólo los datos, sino que le hizo ver a Garzón los enormes beneficios que obtendría a cambio para que se abstuviera sobre la recusación".
Todas estas relaciones e implicaciones explican, a juicio de García Abadillo, las razones por las que "el mayor comisionista del reino fue nombrado por Prisa como delegado en México", es más, esta Tijuana Connection sería también una de las razones por las que ese grupo mediático "apoya, respalda y alienta a un juez que no puede resistir la tentación de ser el muerto en el entierro y el niño en el bautizo".