LD (Raúl Vilas) La principal novedad del Debate sobre el estado de la Nación que arranca este martes es que, por primera vez desde que Zapatero llegó al poder días después del 11-M, el PP no será el único partido que haga oposición al Gobierno. Además de la presencia de Rosa Díez en la cámara, la nefasta gestión de la crisis y el cambio en el País Vasco ha dejado al presidente sin apoyos.
Si atendiésemos sólo a la retórica que utilizarán los distintos portavoces a partir de este martes en el Congreso de los Diputados la conclusión sería clara: es el momento de una moción de censura. Pero no parece tan sencillo. El PSOE cuenta con 167 diputados, por lo que necesita ocho más para bloquear cualquier moción de censura. La suma de ERC (3), IU-ICV (2), BNG (2) y Nafarroa Bai (1) sería suficiente, aún en la hipótesis a día de hoy inviable de que el resto de los grupos –principalmente PNV y CiU– votasen a favor de la moción.
El sectarismo de estos grupos de extrema izquierda e independentistas es la mejor garantía que tiene Zapatero de que no prospere nunca esta moción, más allá de la escenificación que podamos ver en este Debate, en el que es probable que veamos guiños de Zapatero a las posturas más extremistas. Valga como ejemplo el anuncio que han hecho este lunes, víspera del debate, las ministras Jiménez y Aído sobre la distribución sin ningún límite ni receta de la píldora abortiva del "día después".
El nuevo escenario en el País Vasco podría provocar un viraje en Nafarroa Bai (el PNV está incluido en Navarra en esta plataforma), por lo que el PSOE se quedaría a un escaño de los ansiados 175. Sin embargo, el éxito de la moción no dependería tanto del rechazo a la gestión de Zapatero, que ya es general, como de la adhesión a al alternativa que representa, de momento, Mariano Rajoy.
Aunque el PSOE se quedase en los 174 apoyos ya mencionados, el PP necesitaría aglutinar los 176 restantes y ahí está el problema. El PNV no está por la labor y su posición sería con toda seguridad la abstención. Están muy molestos con el PSOE por la pérdida del Gobierno vasco, pero no hay que olvidar que es el PP quien ha permitido con sus votos ese cambio. Si nos atenemos a las declaraciones de su portavoz Durán Lleida, CiU tampoco votaría a favor. Aunque Durán haya dicho que el contenido de su intervención en el Debate será de "moción de censura", de la retórica a los hechos hay un trecho. Además, a nadie se le escapa que en la agenda de los nacionalistas sólo hay un asunto: la financiación económica y el cumplimiento del Estatuto, por lo que Zapatero siempre podrá maniobrar en esta materia para bloquear un hipotético voto a favor de la censura de CiU.
Los restantes grupos no suponen más que tres diputados. Rosa Díez de UPyD, Carlos Salvador de UPN y Ana Oramas de Coalición Canaria. Estos tres podrían ser mas proclives apoyar una moción de censura, pero su apoyo, numéricamente, es casi irrelevante.