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Zapatero diseña un PSOE a su medida para acometer la "transformación" de España

El presidente del Gobierno ha terminado de dejar claros sus objetivos con su discurso de clausura. Sobre tres pilares, el laicismo, el aborto y la eutanasia, lo que pretende Zapatero es "la transformación de la sociedad" para que, dice, "los valores humanos prevalezcan sobre el dinero o el poder". El afán de cambio y poder de Zapatero se nota y mucho en la nueva cúpula del partido. La única voz crítica entre los socialistas, la de Ibarra.

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El presidente del Gobierno ha terminado de dejar claros sus objetivos con su discurso de clausura. Sobre tres pilares, el laicismo, el aborto y la eutanasia, lo que pretende Zapatero es "la transformación de la sociedad" para que, dice, "los valores humanos prevalezcan sobre el dinero o el poder". El afán de cambio y poder de Zapatero se nota y mucho en la nueva cúpula del partido. La única voz crítica entre los socialistas, la de Ibarra.
(Libertad Digital) Cierre del 37 Congreso del PSOE. Los socialistas dan por superado su programa electoral y emprenden la radicalización de sus propuestas. En su discurso de despedida, Rodríguez Zapatero ha defendido una reforma de la ley del aborto. También ha tenido palabras sobre la eutanasia, al asegurar que "hay que evitar el sufrimiento". Además, ha dicho que defenderá "el carácter laico del Estado".
 
El presidente del Gobierno ha sido especialmente explícito en sus alusiones a la eutanasia. Ha aprovechado el discurso para anunciar que su Gobierno abordará "con carácter general la regulación de los cuidados paliativos y del testamento vital". "Una de nuestras razones de ser ha sido la de defender la dignidad de todos los seres humanos, el derecho de las personas a tener una muerte digna, sin sufrimiento innecesario, sin el sufrimiento que, con todo el respeto a la vida, se puede evitar", ha manifestado.
 
Ha aprovechado además para lanzar un ataque al PP al decir que no quiere "un país en el que por razones de partido o por razones ideológicas se persiga con saña a quienes tratan de evitar el sufrimiento a los demás", en clara referencia al doctor Montes.
 
Ante un público entregado y autocomplaciente, el jefe del Ejecutivo ha dicho de los jóvenes que son "la voz" del PSOE ya que nadie como ellos "creen en la España que confía en sí misma". Sobre los militantes, más elogios: "Os agradezco vuestra entrega al partido, vuestra generosidad, la del saber estar y ceder un paso".
 
Sobre la marginación del castellano, Zapatero ha dicho a los suyos que "nos habéis hecho sentir que sólo somos como somos si somos todos, si estamos y nos respetamos todos; nos lo habéis hecho saber en vuestras lenguas y también en la que es vuestra y nuestra, la de todos, el castellano", ha recalcado. "Quien os quiere callar os ignora y al hacerlo, ignora a buena parte de lo que es España, y quien os quiere excluir excluye a media España", ha insistido.
 
Buena parte del discurso de Zapatero ha estado centrado en desgranar las propuestas más radicales asumidas en este congreso. Sobre el laicismo, ha querido precisar que asumirá la "tutela" de los españoles católicos, y no católicos, y ha advertido a la Iglesia, como viene recogido en la enmienda, que los avances laicistas son "consecuencias obligadas" sobre el "carácter laico del Estado". Este congreso, ha precisado, "es una ocasión para ensanchar y confirmar derechos que hemos reconocido a favor de todas las personas". 
 
Para Zapatero, "el socialismo es un proyecto de convivencia, con vocación de incluir e integrar", palabras a las que ha seguido un repaso de sus medidas sociales y de su visión de la política de integración, punto al que ha dedicado más tiempo quizás para calmar los ánimos tras las críticas que generó el apoyo del Gobierno a la directiva europea. "Defendemos el control legal y la plena integración" frente a quienes, ha dicho, "alientan la xenofobia".
 
En opinión de Zapatero, "nadie expresa mejor que nosotros la confianza en nuestro país". Según el presidente, su partido ha sido "capaz de identificar los principales retos" y trabajar por "un futuro que mejore nuestras condiciones de vida" y que "merezca la pena dejar a quienes nos sigan".
 
Sobre la crisis pero sin hablar de "crisis"
 
Respecto a la crisis económica, término del que no hay ni rastro en su discurso, el presidente ha reconocido "preocupación sí, naturalmente sí, preocupación y capacidad de respuesta". Zapatero reincidió en este punto en las líneas habituales, apelando a sectores de la sociedad a los que van "dirigidos las medidas que vamos adoptando, por que ellos somos nosotros, los ciudadanos que puedan tener más dificultades y necesiten más esfuerzo".
 
Según Zapatero, el Gobierno está "adoptando medidas desde el primer día". "Nadie en Europa lo ha hecho con parecida determinación", ha proclamado. "Somos muy conscientes de que la situación es complicada, sabemos muy bien que lo es y que lo puede ser para las personas más vulnerables". Por ello, como se encarga de recalcar cada vez que pronuncia un discurso, no van a disminuir las políticas sociales.
 
En este contexto, el Ejecutivo, en su opinión, debe "apoyo" y "confianza" a los ciudadanos preocupados por la situación económica. Y ha denunciado a quienes, dice, "se regodean y se dejan llevar por el fatalismo histórico", quienes "nos creen inevitablemente débiles", quienes desean que las cosas se tuerzan para lograr el poder". Ellos, considera, "aspiran a que las drásticas recetas para salir de ella acomoden sus intereses". Unas palabras que aluden claramente al PP.
 
Que "no cuenten conmigo para regodearme en las dificultades", ha advertido Zapatero, que atribuye la situación a factores externos que "no dependen en nada de nosotros". "Vamos a pasar meses complicados", pese a lo cual se dice capaz de mantener todos los compromisos sociales del Gobierno.
 
El "cambio" del PSOE
 
"No es verdad que la economía no sea de derechas o de izquierdas, como dijo Rajoy", ha continuado Zapatero, en alusión a la sesión de control en el Congreso. Esta afirmación la atribuye a la falta de "coraje" del líder de la oposición para defender sus propuestas. "La economía sí puede ser de derechas o izquierdas" tanto cuando las cosas "van bien, como cuando van menos bien".
 
Casi al final del discurso, Zapatero ha concretado a qué se refiere cuando habla de "cambio", término que ha citado a lo largo de todo el congreso. "El cambio que invocamos va mucho más allá de una mera alternancia en el Gobierno". "El Gobierno es para nosotros el instrumento, el camino", ha precisado el presidente, para quien los socialistas son "una fuerza que viene de lejos y va aún más lejos". "El cambio es la transformación de la sociedad para que los valores humanos prevalezcan sobre el dinero o el poder. Ese es el cambio del que hablamos", ha sentenciado.
 
Poco antes de la intervención del secretario general, la nueva Comisión Ejecutiva Federal del PSOE obtenía el respaldo del 98,92 por ciento de los votos de los delegados.

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