LD (Ángela Martialay) Dice el refrán que cuando el río suena, agua lleva. El último barómetro publicado por el Centro de Estudios Sociológicos (CIS) revela que los tribunales de Justicia son la institución del Estado que goza de menor confianza entre los ciudadanos. Pero hay más. No sólo los miembros de la Carrera Judicial creen que la reforma de la Justicia es necesaria. Según los encuestados, dicha reforma es el primer “aspecto concreto” que habría que modificar de la Constitución.
Los datos de esta encuesta son demoledores en lo referente a la Administración de Justicia. Entre una puntuación del 0 a 10, los tribunales sólo cuentan con un 3,74 por ciento de confianza por parte de los ciudadanos. Son el organismo del Estado peor valorado.
Además, más del 40 por ciento de los españoles cree que los medios materiales de los que dispone la Justicia son “insuficientes” para que ésta funcione correctamente. E incluso un 40,2 por ciento dice que ésta funciona "mal" o "muy mal".
Los jueces tampoco se salvan
Sin embargo, las críticas no se vierten sólo en torno al funcionamiento de la Administración que encabeza el ministro Mariano Fernández Bermejo. También hay desconfianza en torno a la labor que desempeñan los jueces de forma individual. Si bien se apoya de forma férrea la imparcialidad de los miembros de la judicatura, el 41,3 por ciento de los encuestados opina que “por lo general, los jueces no se preocupan de que sus sentencias sean adecuadamente ejecutadas” y que “en España no se exige responsabilidades a aquellos jueces que no cumplen con sus obligaciones”.
Respecto al recién renovado Consejo General del Poder Judicial, el 29 por ciento de los españoles cree que “cumple con eficiencia” su función, aunque más del 21 por ciento cree que “carece de las competencias para poder decidir en los asuntos relacionados con la Justicia”. Además, el 30 por ciento estima que “el sistema de elección de sus miembros favorece que se reproduzcan en su seno las disputas habituales entre los partidos políticos”.
Estos datos llegan en un momento en el que se vive una verdadera convulsión en la Carrera Judicial. Jueces, magistrados y secretarios no cesan sus protestas para que la modernización de la Administración se lleve a cabo lo antes posible. Desde el Ministerio de Bermejo se afirma que en materia de Justicia “estamos mejor que nunca”.