Uno de los argumentos capitales de Francisco Álvarez Cascos para ofrecerse a liderar un nuevo proyecto político en Asturias es que ni Mariano Rajoy ni nadie de la cúpula nacional del PP saben en realidad qué está ocurriendo en el Principado, extremo que confirma la hemeroteca. Y es que, desde 2007, el líder de los populares sólo ha estado en la región cuatro veces mientras que María Dolores de Cospedal se trasladó únicamente una desde que ostenta la Secretaría General.
Es por ello por lo que la siguiente premisa del ex vicepresidente era la celebración de un congreso extraordinario, a fin de que las bases de la formación decidieran el rumbo a seguir del PP, que no ha parado de cosechar derrotas electorales.
“Rajoy no tiene ni puñetera idea de lo que ha ocurrido aquí todos estos años. Mientras que se recorría media España nos ha dejado de lado, y ahora nos pone en una situación insostenible”, afirma un alcalde que apoyó a Cascos y ahora medita dejar las siglas del PP.
Los datos confirman el desconocimiento de Rajoy. La última vez que el jefe de los populares estuvo en Asturias fue hace año y medio; para pedir el voto para las elecciones europeas de junio de 2009. El año anterior también estuvo en la comunidad, pero otra vez por motivos electorales: fue en dos ocasiones de cara a las generales.
Retrocediendo hasta 2007, sólo encontramos una vez más en la que Rajoy se trasladara al Principado. Concretamente, fue para clausurar el congreso regional del PP a finales de 2008, en el que el cuestionado Ovidio Sánchez volvía a salir elegido. Tal era entonces su debilidad política que los órganos internos apenas se reunieron, no convocándose nunca en la etapa reciente.
El caso de la número dos del PP, clave en el portazo a Cascos, es aún más demoledor. Desde que fuera elegida secretaria general en el Congreso de Valencia (junio de 2008), Cospedal sólo se ha desplazado a Asturias en 2009, también en clave electoral.
Así las cosas, y a excepción del congreso asturiano, Rajoy únicamente ha estado en Asturias para protagonizar mítines, escenario en el que es casi imposible palpar el sentir de las bases. Cuatro desplazamientos en cuatro años que distan mucho de sus visitas a otras comunidades. A Castilla-La Mancha, Aragón o Andalucía suele trasladarse más de una vez al mes.
Si a eso le unimos que el que debiera ser su interlocutor durante estos años en Asturias, Ovidio Sánchez, no cuenta con la confianza de Rajoy, según su propio entorno, las quejas de Cascos de que la dirección nacional desconoce la realidad asturiana parecen tener más peso que nunca.