Las averías se están convirtiendo en tristes protagonistas de la misión española en las costas de Somalia. Si al inicio de la misión, en septiembre de 2008, Defensa tuvo que traer de regreso a un avión Orión P3 al ser detectada una avería nada más llegar a Djibouti, algo idéntico ha pasado ahora con el Buque de Aprovisionamiento de Combate (BAC) Patiño, que zarpó a principios de diciembre hacia Somalia y tomó el mando de la misión Atlanta hace apenas dos días.
El anuncio lo hizo la propia ministra de Defensa, Carmen Chacón, horas después de eludir el veto del Congreso de los Diputados al proyecto de Ley de Derechos y Deberes de los militares, durante su comparecencia ante la comisión de Defensa de la Cámara Baja para explicar la situación en que se encuentran las misiones que las Fuerzas Armadas españolas desarrollan en el exterior.
Al llegar el turno de dar parte sobre el desarrollo de la misión en Somalia, hizo un breve parón y dio parte de la avería. "Si quisiera informarles de que en los próximos días la fragata Canarias va a dar relevo al buque Patiño, debido a que se han detectado problemas técnicos en uno de sus dos motores que impiden el rendimiento óptimo de la planta propulsora", dijo Chacón.
"Los técnicos de la Armada y de Navantia han determinado que la reparación debe realizarse en territorio nacional. Por ello, ya se ha iniciado el proceso de alistamiento del personal de la fragata Canarias que partirá hacia el Índico y en la que seguirá al mando el Contraalmirante Rodríguez Garat", añadió.
La guerra afgana cuesta 1,2 millones diarios
La ministra de Defensa desgranó este jueves también el coste económico de las misiones españolas en el exterior. Según los datos que aportó, el coste de estas misiones ha supuesto un costo económico para España de 787,9 millones de euros en 2010. De este gasto, el 60 por ciento lo supone la guerra de Afganistán, a la que se han destinado 464 millones de euros, es decir, 1,27 millones diarios. Muy lejos queda la factura que dejaron este año, por ejemplo, las misiones en Bosnia o Haiti, que costaron 30 y 21,3 millones de euros, respectivamente.
En esta línea de gastos, la misión de la Finul en el Líbano ha supuesto un coste 173 millones euros, mientras la operación Atlanta contra la piratería supuso un gasto en 2010 de 82,3 millones de euros.
Chacón aportó también algunas cifras globales sobre la factura que ha supuesto para España algunas de las misiones más importantes desarrolladas a los largo de las últimas décadas. Así, los contribuyentes españoles destinaron 1900 millones de euros a la paz en los Balcanes, la gran mayoría de ellos entre 1992 y 2002. Muy parecido, pero en bastantes menos años, ha sido el gasto destinado a Afganistán, que desde el inicio de la misión en 2002 ha supuesto un gasto para España de 2040 millones de euros.