La Guardia Civil ha retirado sobre las seis de la madrugada de la travesía de la carretera CL-527 a su paso por Bermillo de Sayago (Zamora) la furgoneta blanca con matrícula francesa en la que, al parecer, terroristas de ETA trasladaban explosivos. El conductor, según informa El Mundo, logró huir y robó el coche patrulla de los agentes que le dieron el alto.
La furgoneta, de color blanco, estaba custodiada por una patrulla de la Guardia Civil en el aparcamiento del Centro de Acción Social de Bermillo de Sayago, situado junto a la carretera CL-527, en el casco urbano de esta localidad de Arribes del Duero próxima a la frontera con Portugal.
Al filo de las seis de la mañana ha llegado una grúa procedente de Zamora y un operario, ayudado por los dos guardias civiles que se encontraban en la zona, ha enganchado el vehículo para su transporte.
Posteriormente, la grúa ha regresado en dirección a Zamora seguida por la patrulla de la Guardia Civil.
Fuentes vecinales han indicado que una hora antes han salido desde Bermillo de Sayago en dirección a Zamora varios furgones de la Guardia Civil que habían estado en la localidad zamorana.
Pocas horas antes, las Fuerzas de Seguridad francesas, con el apoyo de la Guardia Civil, detuvieron a dos terroristas de ETA, un hombre y una mujer, en el momento en el que accedían a un zulo en una zona montañosa de Clermont-Ferran, en el centro de Francia. Según informó Europa Press, a falta del cotejo oficial de huellas, la identidad de la mujer podría ser Zaider Iruburru y la del hombre Eider Uruburu Zabaleta.
Al parecer, los dos detenidos iban armados y en el zulo al que se dirigían apenas había 3.000 euros y una cantidad poco relevante de armas y explosivos. Se trataba de un escondite que desde hacía meses estaba controlado por los agentes de la Guardia Civil.
De hecho, es la segunda vez en tres meses en la que miembros de la banda terrorista ETA han sido detenidos en Francia cuando acudían a recoger material escondido en un zulo que estaba bajo control de la Benemérita, ya que el pasado 11 de octubre ya fueron arrestados en similares circunstancias los etarras Iurgi Mendinueta y Joanes Larrretxea en las proximidades de un escondite en Montpellier.
Fuentes de la lucha antiterrorista resaltan a Europa Press que el hecho de que los etarras acudan a zulos quemados pone de manifiesto las dificultades logísticas que está atravesando la banda, ya que en otros momentos de su historia inmediatamente abandonaban cualquier infraestructura de la que pudieran sospechar que podía estar "quemada".
Durante el pasado verano se encontraron hasta 13 zulos de ETA tras ser detenidos también en Francia tres miembros de la organización que eran los encargados de suministrar armas y explosivos a los grupos de terroristas.