"Ni en el 23-F ni en las tensas horas que precedieron a la muerte de Miguel Ángel Blanco los medios españoles actuaron así". Así de contundente se ha mostrado la FAPE en relación al editorial que pretende presionar al Constitucional para que se pronuncie favorablemente al Estatuto.
En declaraciones a Europa Press, añadió que en esa ocasión, como en otras, "los medios de comunicación españoles han preferido preservar su personalidad". En cualquier caso, señaló que "sería una iniciativa extraordinaria y sólo justificable cuando la vida de una persona o la libertad estuvieran en peligro, lo que no es el caso".
Tras calificar la iniciativa como "insólita", Iglesias advirtió de que el editorial "quiere convertir a los medios de comunicación en agentes de la política". "A la vista de que este gesto ha tenido lugar antes de conocerse la sentencia del Tribunal Constitucional, parece una evidente intención de echar un pulso al tribunal, hacer una demostración de fuerza", agregó
Con todo, la FAPE considera que la medida no ha sido acertada y mostró su preocupación ante la posibilidad de que "se haya podido conferir el espacio del periodismo con el ejercicio de la política". Finalmente, reiteró su defensa al pluralismo informativo "como un valor de democracias actuales como la nuestra".