A Mariano Rajoy se le escapa una media sonrisa cuando le preguntan por la grave crisis interna que sufre el Partido Socialista. "No voy a entrar en la vida interna de otros partidos", respondió, lacónico, hace ahora una semana cuando en Barcelona le abordaron por las primarias, una vez Tomás Gómez ganó a José Luis Rodríguez Zapatero en las urnas.
Siete días después, los socialistas están más hundidos si cabe, y el golpe es aún mayor por culpa de las encuestas que, semana tras semana, pesan como una losa en Ferraz: según La Razón y Público, el PP aventaja ya al PSOE en catorce puntos y éste se deja 3,4 millones de votos por el camino.
Sin embargo, el líder de los populares declina valorar "los líos" del PSOE porque, asegura, no le "corresponde". Y es que la consigna en el cuartel general de los populares es dejar que "se destrocen unos a otros" habida cuenta de que "ellos mismos se bastan para que nosotros no tengamos que decir o hacer nada".
Rajoy, arguyen las fuentes consultadas por Libertad Digital, "es candidato a La Moncloa" y por ello "su objetivo es plantear alternativa, dar solución a la grave crisis en la que nos ha temido el Gobierno" pero no "opinar sobre lo que dice Barreda o lo que le contesta De la Vega".
Los PGE, única prioridad para Rajoy
Un traje presidencial para un Rajoy que sólo piensa ahora en el debate sobre los Presupuestos Generales del Estado. En las Cuentas Públicas se refugió un portavoz autorizado para lavar la cara al jefe, que no ha tenido empacho en irse de puente y cancelar, incluso, el Comité de Dirección de este lunes. "Está trabajando en el cara a cara" que le enfrentará a la vicepresidenta económica, Elena Salgado.
Ya en la Junta Directiva Nacional del día cuatro, el líder de la oposición presentó un informe interno centrado única y exclusivamente en los PGE, y que fue "demoledor" a juicio de varios dirigentes populares.
En la Interparlamentaria que los populares celebrarán esta misma semana en las Palmas de Gran Canaria, el responsable económico de la formación, Cristóbal Montoro, presidirá una mesa de trabajo sobre los Presupuestos a fin de que Rajoy vaya lo mejor preparado posible al "decisivo" debate. La meta es dejar a Salgado "desnuda" y apuntalar la idea de que son las cuentas "del paro y la crisis".
La crisis "se llevará por delante a Zapatero"
El diagnóstico del PP es demoledor, a la par que complaciente: la crisis del PSOE se trasladará al Gobierno y hará caer, en última instancia, al presidente. Y responde a una idea machaconamente planteada por los gurús del partido ya al inicio de la legislatura: la crisis económica se acabará "llevando por delante" a Zapatero y Rajoy sólo tendrá que ser paciente y esperar a que le toque su turno.
Un panorama edulcorado con dos peros: las candidaturas a las elecciones regionales -en concreto, la de Asturias y la Comunidad Valenciana- y los presuntos cascos de corrupción que puedan surgir de aquí a las generales. Sin embargo, incluso en este sentido, Rajoy ya no está en exceso preocupado. "El tiempo de la crisis interna ya pasó", asegura un dirigente popular, que añade: "Ahora le toca el turno al PSOE".