El quid del chivatazo dado a la banda terrorista ETA en mayo de 2006, conocido como caso Faisán, podría esclarecerse en nueve folios. En auto hecho público este viernes, el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, actual instructor de la causa, ha acordado que sólo el fiscal pueda acceder íntegramente a esta documentación remitida por la magistrada antiterrorista francesa Laurence Le Vert sobre el chivatazo a ETA que produjo en el bar 'Faisán' de Irún (Guipúzcoa) el 4 de mayo de hace cinco años.
El juez adopta esta decisión para que el fiscal de la causa, Carlos Bautista –quien pidió el archivo del proceso- le informe "si estima procedente la práctica de alguna diligencia de investigación" en función del contenido de los folios 4 a 12 de la comisión rogatoria. En esas nueve páginas, podría estar clave del chivatazo a la banda terrorista.
Una vez que el Ministerio Fiscal presente su informe, las diez carpetas que forman la comisión rogatoria enviadas por Francia, a excepción de los nueve folios que permanecerán secretos, quedarán "a disposición de las partes" personadas en el procedimiento, entre las que se encuentran como acusaciones populares la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Dignidad y Justicia (DyJ), el Partido Popular (PP) y la Unión de Oficiales de la Guardia Civil.
El instructor justifica el mantenimiento del secreto sobre estos nueve documentos argumentando que de su contenido podría "derivarse la práctica de determinadas diligencias" que contribuirían al "total esclarecimiento" de los hechos investigados en este presente procedimiento.
En este sentido, subraya que resulta "necesario" para la "plena utilidad y eficacia" de las actuaciones judiciales "preservar las mismas y su resultado del conocimiento de terceras personas ajenas a la investigación, y en su caso de los imputados, con el objeto de asegurar y culminar la investigación abierta sin pérdida de datos que puedan ser relevantes a la misma". Asimismo, el magistrado justifica esta medida alegando que "el Ministerio Fiscal no es parte personada sino el órgano constitucional del Estado integrado con autonomía funcional en el Poder Judicial".
En la resolución judicial, el magistrado acuerda incorporar a la causa los 645 folios que fueron remitidos por la juez Le Vert, una vez que han sido traducidos al español tal y como el mismo pidió. Ruz establece el secreto parcial por el plazo de un mes prorrogable para nueve de ellos, que sólo podrán ser conocidos por el Ministerio Público.
Asimismo, a juicio del magistrado, la naturaleza de los delitos que se están investigando (revelación de secretos y colaboración con organización terrorista), el contenido de los citados folios y las diligencias que podría solicitar la Fiscalía justifican que adoptar el secreto parcial "por el plazo no superior a un mes, sin prejuicio de eventuales prórrogas del mismo", resulte "racional, lógico, fundado y necesario".
Txelis dice no saber nada de Faisán
Por otro lado, el que fuera número uno de ETA, José Luis Álvarez Santacristina –actualmente expulsado de la banda- ha declarado este viernes en calidad de testigo ante el instructor en relación con la trama de extorsión de la organización criminal desarrollada en torno al bar Faisán. De este sumario, el principal de la investigación donde se encuentra procesado el dueño del establecimiento Joseba Elosúa, se desprende la pieza separada –causa independiente- donde se instruye el soplo a la banda terrorista.
El ex dirigente etarra Txelis, quien desde el pasado mes de octubre se encuentra en un régimen de semilibertad concedido por el Ministerio de Interior con el visto bueno del juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, ha subrayado que no sabe nada sobre la red de extorsión de ETA.
Según informaron fuentes jurídicas, el etarra -que ha declarado durante escasos diez minutos ante el instructor y ha vuelto a mostrar este viernes su arrepentimiento ante el juez- ha respondido a preguntas del fiscal Carlos Bautista que él siempre perteneció a los aparatos político e internacional de ETA y que sólo conocía el cobro del chantaje terrorista "de forma genérica".
En el caso Faisán están procesadas una veintena de personas. Según las pesquisas judiciales practicadas por el juez Garzón –anterior instructor del caso-, el bar de Irún era utilizado por el aparato de extorsión de ETA, denominado Gezi, para "canalizar las distintas remesas de cartas de extorsión" que la banda enviaba a empresarios del País Vasco y Navarra.