En un comunicado remitido a los medios de comunicación, la Confederación Española de Policía (CEP), que representa a más de 23.000 profesionales, afirma que siempre defenderán el trabajo “honrado, sacrificado y arriesgado de todas las estructuras, centrales y periféricas, de la Comisaría General de Información” y señala que los policías “especializados en la lucha contra la organización terrorista ETA no tienen que demostrar su profesionalidad porque son los resultados de su trabajo los que avalan una trayectoria impecable”.
Tras esto, señalan que les invade “un sentimiento de frustración” al comprobar que, según el escrito presentado el lunes en la Audiencia Nacional por la Fiscalía, “después de tres años de investigación, no se ha podido determinar quién y por qué cometió el delito más grave que se puede imputar a un policía, contrario a una trayectoria histórica de lucha contra la lacra terrorista en la que el Cuerpo Nacional de Policía ha ocupado un papel de suma importancia, se ha dejado mucho esfuerzos y la vida de varios de sus integrantes, abortando múltiples tentativas de atentado”.
La Confederación Española de Policía muestra, asimismo, su “preocupación” por el hecho de que durante dos años se hayan estado grabando conversaciones telefónicas “sumamente delicadas y reservadas” que, “por la identidad de los titulares y las líneas” escuchadas bajo autorización judicial, “afectan directísimamente a los niveles más elevados de la lucha antiterrorista”.
Por último, reclaman que el Cuerpo Nacional de Policía “deje de formar parte de la agenda política, siendo empleado como herramienta de ataque o defensa, según el caso, para dirimir polémicas” entre los partidos y el Gobierno y la oposición.