L D (EFE) La sección tercera de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional ha confirmado la decisión del juez Pablo Ruz de denegar la petición de dos víctimas del 11-M para que se realicen nuevas pruebas de explosivos, ya que se practicaron durante el juicio por estos hechos y ya hay una sentencia firme.
Así lo ha acordado la sala en el auto en el que desestima el recurso interpuesto por el ex vicepresidente de la AVT Gabriel Moris y Pilar Crespo contra la resolución del juez Ruz, que consideró que las nuevas pruebas periciales podrían "resultar inútiles, dilatorias y perjudiciales" para la instrucción de la causa en la que se ha hecho la petición.
Se trata de una de las piezas separadas que se desglosaron del sumario del 11-M con los llamados "flecos de la investigación" y que se mantienen abiertas en el Juzgado Central de Instrucción número seis de la Audiencia Nacional, a cuyo frente están Ruz y Eloy Velasco, desde que se juzgaron los atentados en 2007.
En esta pieza (las diligencias previas 309/05), que está declarada secreta, se trata de localizar a los supuestos implicados en el 11-M que huyeron o que quedan por identificar a través de los rastros de ADN.
La sala, compuesta por los magistrados Alfonso Guevara -que formó parte del tribunal que juzgó los hechos-, Guillermo Ruiz Polanco y Ángeles Barreiro, cree que resulta "inviable" la simulación de una explosión que reclamaban las víctimas para determinar qué explosivo se usó en el 11-M, así como la recreación de los laboratorios donde se guardaron los restos recogidos en los focos de explosión.
"Parece lógico deducir", añade el auto, que esta prueba "no aportaría dato alguno sobre la configuración de los componentes" del explosivo. Los magistrados también consideran "inconsistente" la pretensión de estas dos víctimas de investigar los explosivos fabricados en España, Francia y Austria porque "nada aporta para investigar la autoría, la cooperación o el encubrimiento en el momento presente de la investigación complementaria en curso".