Entrevista en Vanity Fair al que fuera ministro de Administraciones Públicas. Jordi Sevilla desvela anécdotas y datos que hasta ahora no había comentado en público. Asegura que cuando conoció a Zapatero pensó: “Es el futuro”. Y logró encumbrarlo a líder de su partido. Pero pronto comenzaron los desencuentros.
Seis meses después de abandonar su escaño de diputado, y a punto de publicar una novela policíaca y un nuevo libro, Jordi Sevilla cuenta cómo el presidente castiga a sus ministros rebeldes y vaticina cuáles serán los próximos cambios en el Gobierno.
Ahora, ocupando un puesto en la empresa privada, ha decidido contar ciertas cosas porque dice que le hace "un flaco favor al partido y a mi país si me callo las cosas que se están haciendo mal". Pero asegura que no está solo, sino que muchos en el PSOE son de su misma opinión. Y si nadie de los que rodean al presidente le lleva la contraria es, según Sevilla, porque Zapatero padece ya el síndrome de la Moncloa. Y lo explica así: "El síndrome de la Moncloa no es que te alejes de la calle, de lo que piensa la gente, es cuando todos los que te rodean te dan la razón, porque evidentemente uno no siempre la tiene".
Preguntado por la periodista Eva Lamarca sobre cómo castiga Rodríguez Zapatero, Jordi Sevilla no duda en contestar:
"Te castiga con su indiferencia. Con el olvido. En la política en general se tiende a utilizar demasiado el olvido como sanción y a veces como calumnia. Hacerte el vacío es una forma de sanción muy típica, como borrarte de la foto".
"Zapatero es una persona que escucha más que habla, que se forja una opinión que se convierte en decisión y, a partir de ahí, es muy difícil cambiársela", describe Sevilla, que añade: "Creo que José Luis no deposita en nadie toda su confianza. Que me perdone Sonsoles, pero creo que ni en ella".
Sobre posibles cambios en el Gobierno, el ex ministro socialista opina que son necesarios y que según "los rumores" estos serán "antes de que en junio finalice la presidencia del Consejo de Europa". Es más, la persona con más papeletas a abandonar el Ejecutivo no es otra que su vicepresidenta primera. "Todos dicen que María Teresa se va, incluso ella misma. Pero nunca se sabe. Desde luego ha hecho una magnífica labor".
No cree que Zapatero se presente como candidato para las próximas elecciones. Si acierta en sus previsiones, el "PSOE tendría primarias. Y en esas primarias habría dos candidatos para mí seguros: uno es Pepe Blanco y el otro Pepe Bono".
El Gobierno, la crisis y "triunvirato imbatible"
Si algo con lo que Sevilla se muestra especialmente indignado es con el texto que ha presentado el Gobierno a los grupos en la ya conocida como comisión de Zurbano, aunque él prefiere llamarlo "El Internado".
"Creo que hacía falta un pacto de Estado de verdad". El primer error del Ejecutivo socialista, para Sevilla, fue el de "negarse a reconocer la crisis. Todos los demás derivan de allí, porque aunque el presidente del Gobierno se haya disculpado, los ciudadanos no se lo han perdonado".
Preguntado por Lamarca sobre su gabinete ideal de crisis, Sevilla contesta: "Pedro Solbes, Rodrigo Rato y recuperaría a Carlos Solchaga. Éste es un triunvirato imbatible".