Que eran íntimos se deriva no sólo del hecho de que Antonio Barrientos, ex alcalde socialista de Estepona y ahora imputado por varios delitos tras una investigación que ha sacado a la luz sucesos escandalosos, hubiera contratado a su hija Patricia Rojo, precisamente para controlar el urbanismo en el pueblo, tema objetivo de las pesquisas judiciales. También tenían otras relaciones. Se invitaban a las inauguraciones o tomas de posesión, se proporcionaban nombres para ocupar los puestos disponibles y se advertían de la necesidad de tener controlados los papeles, porque, se decían, alguien podía estar dispuesto a hacerse con ellos. Todo ello aparece en dos conversaciones grabadas por la Policía por orden judicial y que aparecen en el sumario del caso. Téngase presente que estas conversaciones tuvieron lugar en mayo de 2007 y que Javier Rojo fue elegido como presidente del Senado en 2004 y ha vuelto a ser reelegido en 2008. Esto es, ya era presidente del senado cuando tienen lugar estas conversaciones.
En la primera de las conversaciones resumidas por la Policía, se refieren a dos partidos de Estepona, el Partido Andalucista y el Partido de Estepona. Hablan de Rosa Díez sobre si es posible contar con ella o no y Barrientos duda. Hablan luego de Patricia Rojo y Barrientos le confirma al presidente del Senado, Rojo, que su hija iba a ir, no en las listas, sino en un puesto ejecutivo del Ayuntamiento relacionado con el Urbanismo.
Finalmente, ambos hablan de que alguien puede estar recopilando "papeles". Barrientos dice que todo está controlado y que, por supuesto, la conversación que han mantenido, no ha existido. Este es el documento:
En la segunda conversación transcrita por la Policía, Rojo intercede por el hijo de un amigo con el fin de colocarlo en un campo de golf. Y vuelve a preguntarle sobre el destino de su hija, cosa que le aclara el alcalde que, además, le informa del nombramiento de otro concejal.