(Libertad Digital) Expertos en la lucha antiterrorista consultados por el diario aseguran que "son tantos los golpes policiales seguidos que ha recibido, que algo intentará hacer en fechas próximas para tratar de demostrar que no ha desaparecido".
Es por eso que el Ministerio del Interior ha desplegado un notable dispositivo de seguridad. La alerta ante la posibilidad de un boicot de ETA a ambos acontecimientos preocupa a los analistas policiales, según El Mundo.
Las fuentes señalan que es alta la posibilidad de que intenten hacerlo en fechas destacadas. La semana que viene es vital en este aspecto, según El Mundo: tendrán lugar la visita de la delegación del Comité Olímpico Internacional (COI) a Madrid, así como la investidura de Patxi López como lehendakari del Gobierno vasco.
La detención del dirigiente de ETA Jurdan Martitegi, y las informaciones surgidas a partir de ese hecho –en las que se deducía la preparación de un atentado con furgoneta bomba en vísperas de la investidura vasca, sin señalarse el lugar-, han llevado a los expertos a entender que dicha furgoneta podía haber estado situada en Madrid, pero no en el País Vasco.
Así, el efecto de la bomba hubiera sido doble, tanto de cara a las pretensiones olímpicas de la capital madrileña, como a nivel político en el País Vasco. Por eso, los controles policiales, muchos de ellos en carreteras de acceso, se han multiplicado en Madrid. Y las zonas clave de los hipotéticos Juegos Olímpicos cuentan con más protección de la habitual, según El Mundo.
Los analistas recuerdan que ETA ya trató de boicotear las aspiraciones madrileñas coincidiendo con otra visita del COI a la capital en el pasado. Por eso, Interior trata de evitar por todos los medios que ETA atente, ya sea en Madrid como en el País Vasco.
Tanto allí como en Navarra, el despliegue policial es también notable. Pese a la presunta debilidad de ETA, la organización terrorista ya puso su punto de mira en el nuevo Ejecutivo de Patxi López. Los analistas dicen que no hay que bajar la guardia, ya que la posibilidad de colocación de un coche con explosivos, desplazado desde Francia hasta el objetivo, es real y factible. Y ETA cuenta todavía con, al menos, dos grupos operativos, uno centrado en Navarra y Guipúzcoa, y otro asentado en Francia, que sigue instrucciones directas de la cúpula.