(Libertad Digital) La fiesta de la Diada de Cataluña cumplió las expectativas en cuanto a las reivindicaciones separatistas. Durante los actos que se produjeron por toda la comunidad se quemaron banderas españolas y francesas así como retratos de los Reyes con total impunidad y ante la permisividad de la Generalidad.
Si en marchas como la de ERC se pidió la unión de todo el independentismo, en otras convocatorias que reunieron a miles de personas se produjeron altercados y todo tipo de disturbios. Además, al final de la marcha de los independentistas radicales tres encapuchados subieron al escenario en un acto ya preparado de antemano y quemaron dos banderas españolas y un retrato de los Reyes. Mientras tanto, los asistentes lanzaron gritos contra España, la Monarquía y contra el tripartito catalán.
En ese mismo acto, radicales independentistas de extrema izquierda y de la ultraderecha nacionalista catalana se enfrentaron entre sí y causaron todo tipo de destrozos en varios locales barceloneses.
La otra gran iniciativa del independentismo para la Diada fue el quebrantamiento de la Ley de Banderas para que ondease únicamente la enseña estelada en los balcones de los Ayuntamientos. Finalmente se unieron a esta iniciativa un total de 122 localidades que no tuvieron problemas ni con la Generalidad ni con los Mossos. Apenas en dos municipios se obligó a descolgar la bandera independentista para izar la española. Un total de ocho localidades gobernadas por el PSC se adhirieron a esta propuesta de "un país, una bandera".