(Libertad Digital) La candidatura de Ibarretxe a lehendakari era un gesto simbólico del PNV, la última pataleta antes de abandonar una administración que ha gobernado durante treinta años. Por ello, una de las grandes incógnitas de la jornada era si el candidato a lehendakari iba a desvelar cuál sería su futuro tras la elección de Patxi López como nuevo inquilino de Ajuria Enea.
La incógnita se resolvió en el último turno de intervención de Ibarretxe. Al final, tras sostener hasta el último momento su supuesta legitimidad para seguir comandando el Ejecutivo vasco, desveló que abandonaba la política activa. "No se me ha olvidado nunca que a los lehendakaris nos da el mismo sol y nos cae la misma lluvia que al resto de hombres y mujeres del país. Aquí, en nuestro Parlamento, empecé a hacer política y es en donde voy a dejar de hacer política. Voy a iniciar una nueva etapa en mi vida" antes de acabar su intervención con un "agur".
El lehendakari agradeció el trabajo a sus consejeros, a quienes les ha dicho que ha sido un "honor" trabajar con ellos, y ha animado a su partido, al PNV, a que no olvide que la sociedad vasca le ha dado "el liderazgo político" en las últimas elecciones. Ha pedido a su partido que "lidere este país" desde las diputaciones forales, que gobierna las tres, los ayuntamientos y "desde este Parlamento". Al acabar, ha sido despedido con un fuerte aplauso por los parlamentarios de su grupo, el PNV, puestos en pie.
Un discurso agresivo
Horas antes, durante su primera intervención en la Cámara, en la presentación de su candidatura, Ibarretxe no había abandonado las amenazas. Muy agresivo, defendió la bilateralidad "con el Estado español" y la marginación del castellano en las escuelas.
El candidato del PNV a la reelección como lehendakari, Juan José Ibarretxe, arremetió contra el pacto PSE-PP para la investidura de Patxi López, por ser una "cruzada para destruir" y un "intento serio de anulación de nuestra propia identidad nacional".
En esta intervención, Ibarretxe dedicó gran parte de su tiempo a criticar el pacto entre PP y PSE, y advertió de que "nos tendrá en frente quien pretenda destruir el camino recorrido y subordinar los intereses de Euskadi a los intereses de España".
El lehendakari en funciones, que tomó la palabra después del candidato socialista, volvió a defender la mal denominada Ley de Consulta y el denominado "Plan Ibarretxe". Además, según dijo, su candidatura estába "avalada por el resultado democrático del 1 de marzo" y explicó que la presenta "por respeto a la mayoría democrática que nos respaldó y para que se visualicen con claridad dos modelos de país". "No seré yo quien ponga en duda la legalidad del señor López para llegar a la presidencia con los votos del PP, pero la legitimidad social de las urnas avala mi candidatura", planteó.
El Gobierno de López, "frentista, débil e inestable"
Insistido en que el Gobierno socialista será "frentista, débil e inestable" y consideró que, "tras la noche de bodas" entre PP y PSE, "surgirán los problemas diarios de una pareja de conveniencia". Frente a esto, defendió que la sociedad vasca "necesita un Gobierno fuerte y estable, con experiencia para salir de la crisis", y que sirva para "construir y no destruir", y se mostró convencido de que "desde el Gobierno o desde la oposición "lideraremos políticamente el país".
Ibarretxe reclamó el derecho a la autodeterminación del supuesto pueblo vasco y, tras denunciar que "PP y PSE han bloqueado y rechazado las salidas democráticas e institucionales" planteadas para ello, volvió a reivindicar la validez de la mal denominada Ley de Consulta y el "Plan Ibarretxe". "Los mojones democráticos están depositados en el Parlamento y, tarde o temprano, si queremos arreglar las cosas tendremos que retomarlos. Serán estos u otros muy parecidos y si no, al tiempo", ha manifestado.
Su objetivo: más autogobierno
Ibarretxe recordó los ejes fundamentales de su programa político que pasa por, además de profundizar en el autogobierno y defender el derecho la autodeterminación, "salir los primeros de la crisis", impulsar políticas sociales, desarrollar una identidad cultural y educativa, y construir la paz.
En este sentido, opinó que "juntos vamos a encontrar la solución para que ETA desaparezca para siempre de nuestras vidas", objetivo que, en su opinión, podría lograrse "a través de un final dialogado, si ETA muestra previamente su voluntad de poner fin a la violencia".