En un artículo publicado en 'El País', Rodríguez Ibarra recuerda que el 95 por ciento del Comité Regional del PSM, máximo órgano del partido entre Congresos, dio su respaldo a Gómez en un "acto democrático".
Así, se pregunta por qué en ese "acto supremo" nadie presentó la candidatura de Jiménez, "que no es ninguna extraterrestre que acaba de llegar al planeta tierra", sino una "militante veterana". Jiménez forma parte de la Ejecutiva del PSM y, por lo tanto, del propio Comité Regional.
Por eso, Rodríguez Ibarra emplaza a los que apoyaron a Gómez y ahora han cambiado de criterio a explicar sus razones y carga contra los que, sin creer en él, le respaldaron porque es el jefe del PSM, como "acto de siembra de cara a sus respectivos futuros políticos".
A su juicio, esos son los que ahora, cuando "ha aparecido en escena" el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, "acuden solícitos" a respaldar a su candidata.
"Votar lo que diga el secretario general regional del PSM solo porque él lo dice, conlleva la indignidad de votar unas semanas más tarde otra cosa diferente porque lo dice el secretario general federal del PSOE. No es extraño que los políticos tengan cada vez menos consideración en el ánimo de los ciudadanos", advierte el veterano socialista.
Rodríguez Ibarra defiende que Zapatero "hizo lo que creyó mejor" pero se pregunta por qué la propia Jiménez no se postuló ante el Comité: "Trini (...)está ahí desde hace años, aunque, por lo visto,casi nadie había reparado en su presencia. Entiendo que ni ella misma, ya que no propuso su candidatura cuando el 95% de los miembros del Comité Regional apoyaron a Tomás Gómez", argumenta.
"Sólo Blanco pensó siempre lo mismo"
En este escenario, reconoce, sin embargo, que sólo el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, "pensó siempre lo mismo en este asunto".
De esta forma, el ex presidente extremeño defiende el papel del Comité Regional del PSM e insiste en pronunciarse en contra de las "primarias a la española", "una mala copia de las americanas pero sin participación del electorado".
A su juicio, lo que "aparentemente" es un acto democrático acaba convertido en "rendición al espíritu y las propuestas de una sola persona" a la hora de elaborar las listas y el programa electoral. Para Rodríguez Ibarra, no se puede "relegar" a los afiliados a elegir sólo al candidato y que después la propuesta electoral no sea de todo el partido sino "el proyecto personal" del aspirante.