L D (Agencias) El socialista extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que asistió a la inauguración de un nuevo hotel en Cáceres, subrayó que los resultados de las elecciones del pasado domingo en el País Vasco han propiciado que "se abran muchísimas puertas de diálogo y entendimiento", por lo que cree posible "someter a la consideración" del PSE y del PP la creación de un pacto tras los comicios vascos para que "no permitir que reparta las cartas el lehendakari, sino que repartieran las cartas el PSE y el PP".
Para el jefe del Ejecutivo extremeño ese acuerdo entre los dos partidos nacionales sería "una medida extraordinariamente importante, no para gobernar" sino para que la coalición PNV-EA pudiese gobernar "con el apoyo bien legislativo, bien de gobierno del PSE-PP". No obstante, advirtió a los populares de que, si rechazan este tipo de pacto y "siguieran con su política de desgaste del PSOE a nivel nacional", el PP "se quedará en el País Vasco como en Cataluña, sin tener nada que tocar, y eso, para un partido de ámbito nacional es peligroso".
"Más importante que averiguar quién va a formar gobierno sería averiguar cómo se puede articular una política en el País Vasco que evite el disparate de la autodeterminación, que el PNV se eche en manos del Partido Comunista de las Tierras Vascas y que se entre en un proceso de negociación sobre una reforma estatutaria", aseguró.
Ibarra versus Maragall
Por otro lado, Juan Carlos Rodríguez Ibarra se refirió a las reformas que se pretenden incluir en el Estatuto catalán y a la posible inclusión del término “nación” en su texto para definir a la comunidad autónoma. En este sentido, dijo que "nunca" admitirá que esa denominación sea consecuencia "de circunstancias históricas porque en la Historia Cataluña nunca fue nación".
La denominación como nación para Cataluña significa para Ibarra que en esta región "estén contentos con nombres y apellidos" y puso como ejemplo el deseo de algunos adolescentes de cambiar su nombre "porque no están contentos con el que tienen, pero eso se cura con la edad, con la experiencia, con la madurez, uno se acepta como es, no importa cómo te llames sino qué eres". Asimismo, indicó que tanto la lengua catalana como el castellano deben ser conocidas en Cataluña, debido a que son las dos lenguas oficiales, aunque matizó que "lo que no es lógico es que el catalán se imponga y se olvide el castellano porque si no será un error brutal".