Según informa El Confidencial Digital, el histórico dirigente socialista, Alfonso Guerra, se muestra muy crítico con la cúpula del PSOE y con el Gobierno. Sin embargo, el ex presidente en la era González sigue siendo diputado del partido al que ahora critica.
De este modo, no comparte la línea política dirigida por Zapatero, Blanco y Rubalcaba y que a sus más allegados les comenta que "este ya no es mi partido". "¿Somos un partido de izquierdas o no?", se pregunta el diputado sevillano.
En este sentido, critica la reforma laboral llevada a cabo por el Gobierno puesto que cree que su formación no debe recortar derechos a los trabajadores. De ahí que se le haya escuchado decir que "a este partido no le conoce ni la madre que lo parió".
Guerra también discrepa de su actual líder con respecto a la política autonómica, especialmente con la relacionada con Cataluña. El estatuto y la sentencia del Constitucional sería ese nuevo punto de fricción.
Y es que las primarias en Madrid han sacado a relucir las graves discrepancias internas en el seno del Partido Socialista. La vieja guardia con Almunia, Barrionuevo, Barranco o Peces Barba, entre otros, se han manifestado a favor de Tomás Gómez frente al sector más joven y más sumiso al presidente del Gobierno.