
(Libertad Digital) En el XXX Aniversario de la Constitución, el presidente de la Comisión Constitucional del Congreso, el socialista Alfonso Guerra, ha advertido del riesgo de los nacionalismos. En este sentido, ha afirmado que le "escandaliza" que haya presidentes autonómicos "que digan que según sea la sentencia del Constitucional -sobre sus estatutos- no se quedarán pasivos". "¿Cómo que no se quedarán pasivos? Esto no es responder las reglas del juego", añade.
En una entrevista en el diario El País, Guerra pone nombres y apellidos a aquellos que amenazan con responder a la sentencia del Tribunal Constitucional: los catalanes José Montilla y Artus Mas. "Me parece una baladronada, pero ¿cómo se puede decir una cosa así? ¿Quieren decir que san a saltar el Tribunal Constitucional? Las reglas democráticas son las reglas democráticas", afirma.
Además, el ex vicepresidente del Gobierno en la época de Felipe González se muestra partidario de derogar el artículo 150.2. de la Carta Magna, que permite a las comunidades autónomas asumir nuevas competencias estatales porque, en su criterio, mantiene permanentemente abierto el proceso constituyente. "Sí, mi tesis es que se puede convertir en un instrumento para modificar la Constitución sin el procedimiento previsto por la propia Constitución", asegura.
Bajo la premisa de que "lo más urgente es el Senado", también se muestra favorable a otros retoques en la carta constituyente: "Hay discriminación pero al revés en el artículo 58 sobre la consorte de la Reina". Y se explica: "el artículo 57 contempla una clara discriminación de la mujer respecto del hombre... pero por qué no leen también el artículo 58, que habla de la Reina consorte y del consorte de la Reina". Es, según dice, "una discriminación, pero al revés, contra el hombre".
"La mujer que se case con el Rey, será Reina. El hombre que se case con la Reina, no será Rey. Incluso, en el decreto de desarrollo se establecerá que la casada con el Rey será Reina con tratamiento de Majestad, y el casado con la Reina será Príncipe con tratamiento de Alteza. Claro que hay que modificar el artículo 57, ¡y el 58!", sentencia.
Sobre el papel de la Monarquía, y en especial de Don Juan Carlos, afirma que "lo que ocurrió en la Transición absolutamente la avala. "La monarquía garantiza el respeto a la libertad y a la democracia", concluye.