Según fuentes del partido, el presidente de los populares y Bárcenas mantuvieron la semana pasada, tras la declaración del tesorero ante el Tribunal Supremo, una conversación privada en la que ambos analizaron la situación crítica que sufría la formación. Entonces, quedó casi cerrada la salida del senador, que se concretó el martes en un segundo encuentro tras la última reunión del Comité Ejecutivo antes de las vacaciones de verano.
"El límite de Rajoy para dar una solución política al asunto era el final del presente mes de julio", aseguran fuentes solventes de la dirección del PP recogidas por El Mundo. A esto se sumó que a los despachos de Génova empezó a llegar la información de que el juez instructor del caso Gürtel, Francisco Monterde, había dedicado el fin de semana a redactar el auto de solicitud al Senado del suplicatorio.
En cuanto a las dos reuniones celebradas, poco ha trascendido más allá de que se celebraron en un tono de cordialidad (aunque sin ambigüedades) en la que no hubo implicadas terceras personas. "Es una operación diseñada por Mariano", dicen en Génova, donde recuerdan que el líder del partido siempre se ha caracterizado por "administrar los tiempos". Otras fuentes, recogidas por El País, apuntan a que la decisión y el momento de dimitir habrían sido tomadas por el tesorero.
Sea como fuere, Esteban González Pons reconocía este miércoles el secretismo de la operación. En los micrófonos de "La Mañana" de COPE, ha asegurado que él no hiló "la paz interna" de Bárcenas con el mensaje que Rajoy lanzó ante la dirección del partido: "sé lo que estoy haciendo". "Yo bajé a la rueda de prensa de Cospedal (celebrada mientras ambos se reunían) sin saber lo que iba a ocurrir", apuntó. Tampoco tenía ni idea la número dos del PP, que se afanó en decir a los periodistas que había que "esperar" porque "los procedimientos judiciales seguían su curso".
"Creemos en la inocencia de Bárcenas"
Dicho esto, y sin saltarse una coma del guión oficial, el responsable de Comunicación del PP recalcó que el tesorero "ha aportado pruebas y creemos, con mayor fundamento, en su inocencia". "Es un compañero que nos ha demostrado su inocencia", sentenció, para augurar que "la Justicia le va a reponer en su honor".
Por su parte, para el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, la dimisión de Bárcenas "le honra" y es "buena para él, para su familia y para el partido". En declaraciones desde el Senado también ha señalado que "se ha tomado la decisión en el momento en que se ha tomado, sin que haya ninguna decisión judicial" y la ha considerado "acertada, en el momento y en el fondo".
También se refirió a la dimisión de Bárcenas el diputado del PP Vicente Martínez Pujalte, la primera voz del partido que pidió públicamente que el tesorero dejara sus responsabilidades. En este sentido, calificó de "muy buena" la noticia porque "es bueno quitarse del foco de la noticia".
La Fiscalía pide los suplicatorios
Desde el punto de vista jurídico, la Fiscalía del Tribunal Supremo ha pedido al magistrado Monterde, instructor del proceso penal abierto contra Bárcenas y el diputado del PP Jesús Merino, que se tramite los suplicatorios para proceder contra ambos con todas las consecuencias. Es la tercera vez que desde el Ministerio Público se pide al juez que solicite dicho suplicatorio.
En cambio, esta vez la petición tiene especial relevancia, puesto que Monterde ya ha escuchado las alegaciones de los populares y el hecho de que pida el suplicatorio a las Cámaras da por sentando que procederá a la imputación definitiva del senador y el diputado del PP.
No obstante, todo parece indicar que, aunque el magistrado Monterde pida las Cortes sendos suplicatorios, la imputación no llegará hasta septiembre. En primer lugar, porque nos encontramos fuera del periodo de sesiones de las Cámaras y, en segundo, porque agosto es inhábil y la tramitación de dichos suplicatorios conlleva un proceso en el Congreso y Senado de varios días.
Dicho esto, lo que sí parece evidente es que las "versiones" de Bárcenas y Merino no han convencido al juez Monterde. Todo apunta que no se librarán de sentarse en el banquillo de los acusados.