El juez Gómez Bermúdez continúa con su doble mensaje con las víctimas a cuyos verdugos tiene que juzgar. Su defensor de cara a la galería y en público, pero otra cosa cuando se trata de tomar decisiones y actuar. "Tengo marcada tendencia al orden en los juicios. Los una cosa muy sería, las víctimas están pidiendo al Estado que les dé una satisfacción".
También dijo a las víctimas del 11-M que les daría "satisfacción". De hecho aseguró que todo el que cometiera perjuicio iría "caminitó de Jerez". Mintió. Dictó sentencia y no dedujo testimonio contra ninguno de los testigos que habían mentido en el juicio, que fueron muchos. Y tampoco parece que la familia José María Félix Latiegui en Usurbil, asesinado por ETA en 1981, esté muy satisfecha con el nuevo juez estrella. Les expulsó de su Sala por exhibir pancartas exigiendo que se juzgara al asesino, que por cierto no respondió por este crimen.
Sobre la sentencia del juicio del 11-M, dijo que "especialmente duro" por la "conmoción sociopoítica que llegó a dividir al país". Afirmó que durante el juicio se "descubrieron características del yihadismo que no se conocían" y que su sentencia ha sido confirmada por el Tribunal Supremo. "Hay dos resoluciones judiciales que dicen que eso fue lo que pasó". "El 11-M es un caso de yihadismo más", aseguró. Gómez Bermúdez ignora así las últimas revelciones de El Mundo, que mostró los vídeos en los que los peritos descubrieron que lo que estalló en los trenes no era Goma 2 Eco. Claro, que Gómez Bermúdez se resistió a entregar a las partes los víceos de los análisis de los explosivos pese a ser una prueba ordenada por él mismo.