La declaración de Luis Bárcenas ante el Tribunal Supremo ha dejado dos versiones diferentes en el cuartel general de los populares; una más optimista y otra mucho más cautelosa. Por un lado, están los que hablan de una "altísima probabilidad" de que las acusaciones contra el tesorero caigan en saco roto. Lo dice su entorno, que insiste en que las pruebas aportadas (más de cien documentos) probarán la inocencia del senador por Cantabria.
En el otro extremo se sitúa buena parte de la dirección del partido, que, pese a mostrar su satisfacción porque Bárcenas haya podido dar su versión de los hechos, teme que el magistrado del caso Gürtel no se pronuncie hasta septiembre (el mes de agosto es inhábil para la judicatura). La formación de Mariano Rajoy anhela un pronunciamiento lo antes posible.
"Ha comparecido a petición propia, ha querido dar explicaciones al Tribunal Supremo antes de que el Tribunal Supremo adopte cualquier decisión. Eso es bueno para la presunción de inocencia y el derecho de defensa", apuntó Soraya Sáenz de Santamaría, convencida de que Bárcenas dimitirá si el magistrado pide el suplicatorio. Para Javier Arenas es "una buena noticia" que el responsable de las finanzas del PP "haya tenido la oportunidad de defender su inocencia". Nadie más se refirió al respecto.
"Bárcenas se ha quitado un peso de encima"
En cuanto al estado anímico del tesorero, fuentes consultadas por Libertad Digital aseguran que se ha quitado "un peso de encima" y que ahora se encuentra mucho más "relajado". En cuanto a su paso por el Alto Tribunal, recalcan que estuvo "tranquilo" y "centrado en su declaración".
Uno de los pocos dirigentes del PP que hablaron con él al término de la misma fue Federico Trillo, que mantuvo puntualmente informado a Rajoy. El líder de los populares visita hoy Chipiona, donde no tiene previsto admitir preguntas de los periodistas.
Nadie más estuvo al lado del tesorero. Ni durante su comparecencia ante el juez Francisco Monterde ni tras ella, cuando se trasladó a Génova para volver a encerrarse en su despacho. "No somos nada partidarios de montar festivales", dicen en la sede popular (en declaraciones a ABC) para justificar este vacío. Fuentes consultadas agregan que, atendiendo a la expectación que había, la presencia de cualquier dirigente del partido "habría sido un caos". "Ni tan siquiera se planteó", sentencian.