Gemma Gallego, la juez a la que Garzón intentó por todos los medios apartar del caso del ácido bórico, dice en una entrevista en El Mundo que el magistrado le ha recusado "porque vincula una instrucción de mi época de juez, en la que según él revertí el sentido de su instrucción e inicié persecución personal". Gemma Gallego se refiere a cuando era juez del juzgado de Instrucción número 35 de Madrid y Garzón se resistió a entregarle el caso del ácido bórico, del que en un principio se hizo cargo. Mientras que el juez sospechoso de prevaricación imputó a los peritos que denunciaron la manipulación de un informe que vinculaba el 11-M con ETA, Gallego dejó sin efecto estas imputaciones y encausó a cuatro mandos policiales de la Comisaría General de la Policía Científica por la supuesta alteración del informe.
Gallego niega tener ninguna inquina contra Garzón, "pero no me corresponde hablar en un periódico de la contestación que daré a ese escrito de alegaciones". La vocal del GGPJ rechaza que haya "jueces intocables. Garzón no es intocable como no lo somos ninguno de nosotros".
En cuanto a la campaña desatada en la izquierda y los medios de Prisa contra el Tribunal Supremo por atreverse a investigar a su juez favorito, Gemma Gallego considera que "no es cierto que los magistrados del Supremo tengan contaminaciones ideológicas y obedezcan a consignas políticas".