La defensa de Garzón presentó esta sábado ante el Supremo un escrito de recusación contra Luciano Varela, que instruye su proceso por prevaricación. En el texto habla de "interés y parcialidad" y lo acusa de ser "juez y parte". Fuentes jurídicas creen que se debería rechazar de plano.
Cuando sólo quedan unos días para que el CGPJ se pronuncie sobre la suspensión del juez Baltasar Garzón ante la inminente apertura de juicio oral, el juez socialista y ex secretario de Estado con González ha presentado un escrito de recusación contra el juez Luciano Varela. En el escrito, le acusa de tener "interés indirecto en el procedimiento y parcialidad en el mismo".
Su argumento es que Varela ha ordenado a la acusación ejercida por el sindicato Manos Limpias rehacer su escrito de acusación. Su objetivo es claro: quitarse del medio al actual instructor de la causa y "tras los trámites legales oportunos, se sirva acordar la sustitución del Magistrado y el nombramiento de uno nuevo".
En la recusación, firmado por el abogado de Garzón, Gonzalo Martínez Fresneda, se abronca al Juez Varela y se manifiesta la "satisfacción" del juez de la Audiencia Nacional tras la decisión de Varela de expulsar de la causa a Falange Española de las JONS, si bien Garzón considera que al aceptar un segundo escrito de acusación corregido de Manos Limpias se está vulnerando gravemente su derecho de defensa.
Además, la defensa del juez "estrella", que una vez más ha filtrado a El País su escrito, critica que Varela haya permitido presentar a Manos Limpias, otra de las partes del proceso, otro escrito de acusación lo que, en su opinión, "consuma la toma de partido y la falta de imparcialidad" del instructor.
En su ataque contra Varela llega a decir que "dar oportunidades atípicas y extraprocesales a una de las partes no es algo neutral o que no afecte al resto de los intervenientes". Y es en este punto donde aparece el victimismo de Garzón: “y si el perjudicado es el imputado, la conducta del juez no sólo afecta al derecho a un juez imparcial, sino que lesiona al derecho a la defensa".
En el colmo de la demagogia, Garzón abronca a Varela y le da lecciones de lo que debe ser un buen juez e incluso le recuerda al magistrado del Supremo que no trabaja en una asesoría. "Esta labor de expurgación, por la cual se le indica a unas acusaciones lo que tienen que decir o no decir en un Escrito de Acusación -labor más próxima, realmente, a una asesoría o consejo jurídico- es insolita en la labor de un juez de Instrucción, que de esta forma se convierte en una especie de director o controlador de las acusaciones, perdiendo su posición imparcial de arbitro del procedimiento", espeta en el escrito.
Debería ser rechazada "Ad limine"
Fuentes jurídicas cercanas a la Audiencia Nacional y al Tribunal Supremo consultadas por Libertad Digital, coinciden en que esta recusación debería ser rechazada de plano, "ad limine", por la sala segunda de lo penal del Supremo en aplicación del artículo 11.2 de la Ley Orgánica del Poder Judicial: "Los Juzgados y Tribunales rechazarán fundadamente las peticiones, incidentes y excepciones que se formulen con manifiesto abuso de derecho o entrañen fraude de Ley o procesal."
En este sentido, señalan que ahora pueden ocurrir dos cosas, o que sea rechazada de plano, o que el instructor la admita a trámite.
Otro problema con el que se encontrará la recusación de la defensa del juez estrella es el artículo 223 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, donde se recuerda que "la recusación deberá proponerse tan pronto como se tenga conocimiento de la causa en que se funde, pues, en otro caso, no se admitirá a trámite." En este sentido, las recomendaciones sobre los errores formales de las querellas interpuestas por Manos Limpias y Falange Española se produjeron el pasado miércoles. Fruto de estas mismas recomendaciones fue la expulsión de Falange.
Por otro lado, una vez presentada la recusación, el recusado (en este caso el juez Luciano Varela) deberá pronunciarse sobre si tiene o no interés en la causa. Tras pronunciarse, si se da a trámite, el incidente pasa a un instructor de recusación (un magistrado del supremo) que instruya el dossier.
Las mismas fuentes consideran que con esta recusación, el juez Garzón está buscando que se aparte a Varela del procedimiento mientras se tramita dicha recusación.