El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha participado este miércoles en un coloquio sobre la Jurisdicción Universal en España en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid. Allí, el instructor ha respondido al ser preguntado sobre si no se cansa de estar siempre en el ojo del huracán y ser objeto de polémica: "Yo no me canso de trabajar, que es lo que estoy haciendo; lo demás, cada cosa en su momento".
Además, el titular del juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional ha declarado a los periodistas antes de intervenir que él “no habla sobre el particular", en referencia a la decisión del Tribunal Supremo de admitir a trámite una querella de Falange Española de las JONS contra él por abrir causa general a la Guerra Civil y el franquismo. Querella que ha sido acumulada a la de Manos Limpias y Libertad e Identidad por el mismo motivo y que el propio magistrado ha recordado que está pendiente de resolución por el Alto Tribunal.
Respecto al tema central de su intervención, que ha versado sobre la defensa del principio de justicia universal, Garzón ha señalado que le “da igual” que algún responsable político dijese que con la reforma legal que restringe este principio se ha puesto coto a los jueces estrella de la Audiencia Nacional. El magistrado ha señalado que le da exactamente igual que lo llamen “juececito o juecezón” por defender dicho principio jurídico y que estas afirmaciones le parecen una gran falta de respecto hacia las víctimas.
Asimismo, en otro punto de su discurso el juez más cuestionado de los últimos tiempos ha reconocido que en la Carrera Judicial hay “hay jueces y fiscales bueno y malos”; “hay de todo como en botica”, ha añadido.
Garzón se ha mostrado muy crítico en todo momento con la restricción de esta ley por parte del Congreso y ha asegurado que, no obstante, la reforma legal deja un gran margen de actuación al juez. Es "una norma no pensada" porque deja "un campo abierto inmenso a la interpretación y a la convicción" del juez "en pro o en contra de la justicia penal internacional, ha destacado el juez.
El instructor sostiene que con esta restricción España ha renunciado a ser “paladín” en este ámbito, aunque ha reconocido que nadie tiene “una varita mágica” para que saber si a posteriori esta reforma será positiva o negativa.