L D (Europa Press) En su auto, al que ha tenido acceso Europa Press, el juez explica que el grupo perseguía "la liberación de Ceuta y Melilla y convertir de nuevo España en Al-Andalus, bajo dominio musulmán". Los procesados celebraban reuniones en una mezquita de Ceuta con la cobertura de una asociación benéfica de carácter religioso en las que experimentaron una progresiva radicalización.
Según Garzón, las imágenes fueron encontradas en posesión de dos de los integrantes de célula, los responsables de la "selección de blancos", Mustafa Abderrahman Ahmed y Yusef Abderrahman Ahmed, ambos hermanos del conocido como 'talibán español', que disponían también de varias instantáneas de iglesias.
El magistrado procesa ahora a nueve de los detenidos por delitos de integración en banda armada y a un décimo por falsificación de documentos, e impone a todos ellos una fianza de 15.000 euros para eludir la prisión, en la que se encuentran desde 2006, momento en que se produjo su detención. Según explica el auto, el grupo participaba en una primera fase en sesiones de preparación que "se limitaban al adoctrinamiento yihadista, con visionado de vídeos de combatientes o de personas ejecutadas en lugares de conflicto como Irak o Afganistán".
No obstante, comenzaron a debatir pasado un tiempo la posibilidad de buscar un nombre para la célula y se decidieron por el de 'Ejército del Mesias' momento a partir del cual iniciaron la planificación "de acciones concretas de violencia directa". Para ello, buscaron la forma de conseguir armamento y explosivos, que planeaban robar en el acuartelamiento de 'El Hacho'. El juez explica que como medio de financiación utilizaban la comisión de delitos contra las personas y el patrimonio.
El juez atribuye también a los nueve procesados la autoría de una pintadas aparecidas en la ciudad en julio de 2005 con las leyendas 'Garzón, os vamos a matar', 'muerte a los cristianos y a los judíos también' o 'Viva el Islam, vamos o morir por él'.
La denominada 'Operación Duna', que propició estas detenciones, partió de una investigación de la Comisaría General de Información, auspiciada por el Juzgado Central de Instrucción Número 5 de la Audiencia Nacional.
Las pesquisas se iniciaron en marzo de 2005 en torno a actividades de proselitismo entre jóvenes musulmanes en una mezquita del barrio Príncipe Alfonso, a los que intentaban reclutar para hacer la Yihad (o guerra santa). La célula se encontraba en estado "embrionario" y no tenía armas de fuego o explosivos, pero mantenía una intensa actividad de reclutamiento y de relaciones con otros radicales islamistas.
El Grupo Islámico Combatiente Marroquí, bajo cuyas órdenes actuaban los diez detenidos y con conexiones en Reino Unido y Marruecos, está directamente vinculado con los atentados del 11-M en Madrid y los de Casablanca en mayo de 2003.