Cobo, vicealcalde de Madrid y hombre de confianza de Gallardón desde hace años, hace también y siempre con la intención de atacar a Esperanza Aguirre, una llamativa defensa de Rodrigo Rato, durante años gran enemigo político del alcalde de Madrid y del propio Cobo. Así, asegura que: "Lo que están haciendo con Rato no tiene nombre (…). Es de vómito y más si viene de aquellas personas cercanas, hoy, a Esperanza Aguirre, presidenta de mi partido en Madrid, que deben a Rodrigo todo lo que son".
Además, recuerda en tono supuestamente humorístico pero de forma contradictoria el escándalo del espionaje en la Comunidad de Madrid que intentó desvelar con resultados más bien mediocres el propio El País, según algunos con filtraciones llegadas desde el propio Ayuntamiento: "Intentaron encontrarme algo que me hiciera dependiente de ellos, a través de esa gestapillo que montaron y espiándome como espiaban a Alfredo Prada. Pero estaban equivocados, porque aunque hubieran encontrado algo con que chantajearme, me hubiera dado igual, porque siempre diría lo mismo".
La entrevista no tiene ni un sólo párrafo dedicado a la gestión del Ayuntamiento y el periodista tiene la delicadeza de no preguntar por asuntos tan polémicos como la nueva y muy criticada tasa de basuras, pero sí tiene un espacio para la adulación y la entrega desmedida a Gallardón: "Es el político por el que estoy y para el que estoy en política, es la persona a la que más veces se ha acusado de desleal y es el más leal al PP que he conocido nunca. Heredó de su padre la brillantez y con los años ha adquirido una capacidad de gestión, un sentido del Estado, saber lo que es el interés general, que no he visto en ningún político.
Lo primero, citar a Brecht
Cuando un destacado representante de un partido político de centro derecha empieza una entrevista citando a Bertold Brecht se podría decir que algo no acaba de funcionar, y eso es precisamente lo que hace Manuel Cobo que en su primera respuesta reproduce una frase del escritor comunista: "Bertolt Brecht escribió que cuando la hipocresía comienza a ser de muy mala calidad es hora de comenzar a decir la verdad".
Además, en la siguiente parafrasea el párrafo más atribuido al escritor, aunque como bien recuerda no es suyo. De la curiosa reescritura de la frase surge una comparación entre Esperanza Aguirre y sus los nazis (que son dos con la referencia a la "gestapillo" y tres con una nueva referencia al final de la entrevista) a los que se dedicaba en su formulación original: "Vinieron a por Pío [García Escudero, ex presidente del PP-Madrid], y yo no hablé porque no era de Pío; vinieron a por la tele y yo no hablé porque no era de la tele; vinieron a por la Cámara y yo no hablé porque no era de la Cámara; vinieron a por Ifema y yo no hablé porque no era de Ifema; vinieron a por la Caja y yo no hablé porque no era de la Caja; vinieron a por Rajoy y yo no hablé porque no era de Rajoy; vinieron a por el PP y yo no hablé porque no era del PP... Vinieron a por España".
Por otro lado, a lo largo de la larga entrevista también hay momentos para la sinceridad, aunque no tan completa como se pretende, así, dice que "todo el mundo sabe que en política soy de Ruiz-Gallardón al 100%", pero remata con una afirmación de certeza mucho más dudosa: "Lo que es lo mismo que ser de Rajoy al 100%".
Sobre Aguirre y ser liberal
A Cobo parece indignarle de una forma muy especial que Esperanza Aguirre haga políticas liberales y se califique a sí misma como liberal, así dice, en el tono bronco que tiene toda la entrevista: "Una cosa es ser liberal y otra muy distinta decirlo. Nunca he oído a nadie decir más veces que a Aguirre "soy liberal". Hola, soy Esperanza Aguirre, soy liberal. Siempre lo dice, soy liberal". Pero, siempre según Cobo, "nadie ha visto mayor intervencionismo que el que ha habido en este periodo y ya no engañan a nadie".
Su tono descalificatorio contra la presidenta de la Comunidad de Madrid pasa también por llamarla mentirosa o, cuanto menos, decir que su libro La presidenta está lleno de mentiras: "Si yo escribiese un libro parecido al de la presidenta, a diferencia de ese libro, yo diría la verdad, y lo que es más peligroso, toda la verdad", termina, con una no demasiado velada amenaza.
"El silencio de las gallinas"
Cobo critica también a sus compañeros de partido que "cuando van a ver a Rajoy, le dicen justo lo contrario de lo que están manifestando en público, porque según ellos les obligan y se juegan su puesto si no siguen las consignas marcadas". Esto le hace decir sobre el PP que "algunos pretenden que esto empiece a ser no El silencio de los corderos, sino el silencio de las gallinas, que callan en público y no dejan de cacarear en privado".
La crítica durísima a los compañeros de partido contrasta con el buen trato que prodiga a sus contrincantes socialistas, por ejemplo aunque critica en un par de ocasiones a Zapatero no olvida decir que tiene "una buena relación personal con él y respeto su persona y a su familia".
Además, en los últimos párrafos pide amablemente a los socialistas "que no usen torticeramente alguna parte de esta entrevista", mientras que a sus compañeros en el PP los llama "los otros, los sin escrúpulos" y se muestra convencido de que "no contraargumentarán, sacarán la brigada acorazada y buscarán, como se hacía en el fascismo y el comunismo, algo de mí, de Gallardón o de mi familia que sea difamatorio o injurioso".